Márquez, asistió a la Feria Internacional del Libro de La Habana donde destacó la importancia de las relaciones entre ambos países y agradeció el apoyo de Cuba a los diálogos de paz con las Farc y el ELN. Sin embargo, la excesiva complacencia régimen cubano genera una gran preocupación.

 

Sorprende que desde sus palabras iniciales no se encuentre ni un rasgo de preocupación frente a la naturaleza del régimen cubano, al saludar y agradecer la presencia de Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado y jefe del Departamento Ideológico en el Comité Central del Partido. Tal parece que no le resultó poco democrática la existencia de un cargo como ese o quizás no era consciente que se encontraba ante un sistema de partido único y que no se trata de una democracia.

 

Este fue solo el comienzo de una serie de afirmaciones que resultaron ofensivas para la población de Cuba, que no por nada hoy repunta nuevamente su migración hacia Estados Unidos, arriesgando su vida por pasos irregulares para huir de un régimen opresor. En palabras de Elaine Acosta, Directora Ejecutiva del Observatorio sobre Envejecimiento, Cuidados y Derechos (CUIDO60) este nuevo aumento de la migración es el resultado de la crisis estructural en la isla, producto de un modelo que no supo responder a los estándares de vida digna para la población.

 

Uno de los comentarios más destacados de Márquez fue: “No es justo que un país como Cuba, que tanto ha aportado a la paz de Colombia, haga parte del listado de países que apoyan el terrorismo”. Afirmación que pongo en tela de juicio.

 

Sin embargo, como el objeto de estas líneas no es el conflicto colombiano, supongamos que esta afirmación es cierta, ¿A usted le parece justo entonces que la paz en Colombia sea a costa del bienestar de más de 11 millones de personas?. Ya que usted habla de lo que es justo o no, quiero mostrarle cinco de las muchas injusticias que se cometen en Cuba a manos del régimen y que usted decidió no mencionar: detenciones arbitrarias, exilio forzoso, feminicidios no reconocidos, malnutrición y racismo.

 

Para el cierre del año 2022, de acuerdo con el reporte realizado por  Prisoners Defenders, el régimen mantenía 1.057 presos políticos, entre ellos 31 niños y 5 niñas, quienes no solo fueron capturados al reclamar el respeto de sus derechos, sino que además fueron sometidos a torturas constantes y condenados sin el debido proceso.

 

Muchas de las personas fueron detenidas en las inéditas protestas del 11y 12 de julio de 2021. Sin embargo, hoy en día la represión aumenta, son enjuiciadas a puerta cerrada aquellas que deciden expresar su inconformidad, aunque sea por medio del arte, como en los casos de Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo "Osorbo". No le parece que resulta una burla llamarle feria del libro a una convención de un país en donde la posibilidad de expresar lo que se piensa es una sentencia de muerte.

 

Otra práctica común ahora para las dictaduras ha sido el destierro. Se imagina usted que un día quiera regresar a su país, a su casa, estar con su familia y que sin explicación alguna y violando el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, le impidan el regreso a Colombia ¿Le parece esto justo?.

 

La invito a hablar con Omara Ruiz Urquiola, historiadora del arte, quien dictaba clases de Historia del diseño y cultura cubana en el Instituto Superior de Diseño de la Universidad de La Habana y luego de forzarla a salir de la Universidad y salir del país para recibir un tratamiento médico contra el cáncer, se le ha prohibido en cuatro ocasiones el regreso a su país.

 

Resulta sorprendente que usted que ha tomado la bandera de los derechos de las mujeres, usted que promovió en redes sociales #ElFeminicidioSiExiste e invitó a las mujeres que habían sido víctimas de violencia de género a que contaran su historia, no haya notado que en Cuba el feminicidio no fue incluido en el nuevo Código Penal.

 

Injusto es que el régimen niegue la existencia de este hecho en la Isla y no haga nada por salvaguardar la vida de las mujeres pese a los múltiples casos que han denunciado desde la Sociedad Civil, tal como lo ha hecho Alas Tensas en sus informes. No sé usted, pero quienes luchamos por los derechos de todas las mujeres no queremos olvidar el caso de Taimara Gómez, entre muchos otros.

 

Quiero decirle también que en Cuba sí existen profundas desigualdades sociales y que la riqueza se concentra en una reducida élite que se encuentra alrededor del poder y ahora alrededor suyo. La mayor parte de la población no puede acceder a los nutrientes mínimos para una vida digna, no puede elegir qué comer, ni cuando, en su mayoría las personas deben elegir si pasar su jornada en una cola o trabajar, pero sin hacer lo segundo no pueden lo primero, actualmente se está viviendo la peor crisis alimentaria de las últimas décadas.

 

Y no, no es culpa del “bloqueo”, de lo contrario cómo explica la existencia de las tiendas en MLC (moneda libremente convertible), negocios en los cuales se venden alimentos, artículos de aseo y de primera necesidad en divisas que están controlados por el Estado, ¿Esto es justicia social?

 

Sin dejar de mencionar el uso de los alimentos como un arma de sometimiento, el régimen no podría ser más ruin que haciendo uso de la asignación de alimentos como mecanismo de contención social. La invito a conocer el testimonio diferentes mujeres sobre lo que tienen que padecer día a día.

 

Otra de las muchas injusticias que se comenten es Cuba es el racismo institucional y cómo se instrumentaliza esta lucha como una bandera del régimen pero que poco o nada ha hecho en la realidad por erradicar esta violación. Usted que bien lo ha dicho "el racismo duele, lastima, hiere y mata", decidió ignorar el comunicado que le envió el Comité de Ciudadanos por la Integración Racial en donde denuncian la violencia política, particularmente después de las protestas del 11 de julio.

 

Quiero recordarle que lo que no es justo en Cuba es la represión y la pobreza en la cual se mantiene a la población escudándose en el argumento anacrónico del bloqueo. Aún no logro entender cuál es la relación que puede existir entre las sanciones internacionales y la tortura. Cómo podría ser que, por ejemplo, limitaciones a las importaciones de alcohol y tabaco producido y comercializado dentro de la Isla genere como consecuencia mantener por más de 24 horas a un joven menor de edad en un cuarto frío, desnudo, esposado y colgando de una reja (caso de Jonathan Torres Farrat). Tal vez usted pueda y ahora tenga la obligación de explicarle esto al pueblo cubano antes de hablar de justicia.