¿En qué proporción (de “muy importante” hasta “nada importante”) utiliza los siguientes recursos energéticos para la cocción y la potabilización del agua en el hogar: gas licuado (balita), el gas manufacturado (de la calle), electricidad, carbón?

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Yo utilizo gas licuado todo el tiempo, pero me acompaño de la electricidad, sobre todo para hacer el arroz cada día con la arrocera, para las salsas y potajes la olla reina y el café y algún que otro jugo también con la cafetera eléctrica y la batidora. Yo diría que es una proporción de 50 y 50. Porque no sé, ni tengo estructura para cocinar con carbón.

 

Antes cocinaba todo con gas, en casa teníamos un balón grande. Cuando repartieron los menajes eléctricos hasta estuve un tiempo sin usarlos porque desconfiaba de cómo saldría la comida, eso fue por los 2000 cuando la revolución energética. Pero después que aprendí no puedo vivir sin la arrocera.

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¿Considera el gasto destinado a la energía eléctrica en su hogar asequible y estable?

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Mi hermano y yo tenemos buenos salarios que nos alcanzan para el consumo eléctrico, ya para la compra de comida y otras necesidades es otra cosa. Además, nosotros no tenemos ni siquiera 220 instalada. No tenemos aire acondicionado y esas cosas que sí que gastan mucho.

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¿Se ha visto afectada la eficiencia de la cocción en su hogar por el uso mayoritario de gas o corriente eléctrica en horarios picos? ¿Cómo?

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No. El gas de balita es bastante estable.

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¿Cómo ha afectado el paso del huracán Ian y la caía del sistema eléctrico nacional su capacidad para conservar los alimentos perecederos?

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Fue mucho, pero mucho estrés y angustia. En estos casos normalmente una compraría galletas, mayonesa, cosas así, pero primero el desabastecimiento es tan grande que ya no se logra encontrar ni las simples cosas y si lo logras son a precios altísimos. Además, yo soy diabética y no puedo comer alimentos muy ligeros como última comida como panes o pastas porque entonces me dan hipoglicemias en la madrugada, y un bajón de azúcar en un apagón es muy peligroso, así que sí o sí me toca reforzar la comida.

 

Me tocó seguir cocinando como siempre, pero esta vez con olla de presión, que yo ya he perdido un poco la habilidad y el arroz siempre me sale medio quemado, pero es lo que hay. La cosa era cocinar cuando había un poco de luz natural porque mi cocina está poco ventilada y no es muy luminosa y así es muy difícil cocinar en apagón. 

 

Estuvimos tres días sin corriente eléctrica con todo lo que eso conlleva a la hora de dormir y demás. Nos preocupamos mucho por la comida porque recién me habían vendido un paquete de pollo por el trabajo y mi hija había mandado un combo de una compra afuera. Yo metí todo en el congelador del frio de mi hermano y no lo abrimos más, no sé cómo, pero resistió. Pusieron la luz cuando yo ya estaba preparada para empezar a repartir entre vecinos, mejor que se aproveche a esperar a que se pierda.

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¿Se ha visto afectada su capacidad para recoger y almacenar agua potable ante esta situación? ¿Cómo?

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La entrada de agua nuestra es por los tanques donde almacenamos la que viene unas horas día sí y día no. Sin electricidad aunque el agua entre a la cisterna no podemos bombear a los tanques y entonces no corre por las cañerías. Agua potable sí tenemos porque yo la recojo directamente cuando entra y la comienzo a hervir y a filtrar. Pero agua para la cocción, para fregar y tal, es esperar que venga la luz para bombear. 

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