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En San Antonio, Guantánamo, no llega el arroz

07 de febrero de 2023

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os habitantes de las comunidades rurales de la provincia

Guantánamo, deben lidiar frecuentemente con la indiferencia del Estado en el reparto de la canasta básica. Esta es una obligación gubernamental, pero violada de forma sistemática por las autoridades locales. No solo incumplen con la cantidad y la calidad de los productos, sino que también cometen errores de distribución que dejan a miles de familias sin la ración de alimentos de la que muchas veces dependen para el mes.

Este fue el caso de lo ocurrido a principios de enero de 2024. El arroz de la canasta básica normada, que había llegado a los almacenes del MINCIN del municipio San Antonio del Sur, fue recogido de vuelta por camiones de carga. Tras esto, lo llevaron a la cabecera provincial, en lo que parece que fue un error de planificación o distribución. La situación provocó indignación, protesta y el reclamo de los afectados, que vieron frustrada su esperanza de poder adquirir un alimento base en su dieta diaria.

Una de las afectadas fue Luisa, una ama de casa de 45 años. Junto a la bodega, hoy vacía, nos cuenta su opinión de los hechos.

"Es una falta de respeto que nos quiten el arroz que nos corresponde por derecho. Aquí la gente vive de lo que produce la tierra, pero eso no alcanza. El arroz es lo único que nos llena el estómago y nos da energía. La vianda llega el momento que cansa y los niños que se han pasado toda la vida comiendo arroz no se lo puedes quitar así ¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Comer piedras? Ahí tengo el cubo del arroz vacío desde hace meses, va de librita en librita y no es fácil"

Otro testimonio es el de Enrique, quien desde su trabajo como campesino también sufre la escasez de arroz, agravada por un salario insuficiente, que y fue testigo de la "desafortunada devolución".

"No entiendo cómo pueden cometer un error tan grande y cruel. El arroz es el alimento que siempre han comido los cubanos, y más en estos tiempos de crisis. Aquí en el Valle, la gente está desesperada por conseguir algo de comer, lo que llega a la bodega es lo único que nos garantiza un mínimo de alimentación, y ahora nos la quitan"

Estos testimonios reflejan una dura realidad a la que se enfrentan muchos pobladores de las zonas rurales y apartadas del territorio guantanamero. Lugares fundamentalmente ubicados en municipios lejanos de la cabecera municipal, que a menudo son los menos favorecidos por la inversión pública.[1]

 

La economía de los residentes en estos lugares se fundamenta en la agricultura y la pesca; sectores que también han sido afectados por la ineficiencia del gobierno y que se encuentran seriamente deprimidos. Estas circunstancias han generado una situación de frecuente escasez, desabastecimiento y precariedad que se refleja en la falta de alimentos, medicinas, combustible, transporte, comunicación, entre otros servicios básicos.

En este contexto, la canasta básica se convierte en una necesidad vital para los habitantes de estos zonas, quienes apenas tienen otras opciones para acceder a los productos que requieren para su subsistencia. Sin embargo, la canasta básica que reciben es incompleta, deficiente y tardía. Además, la distribución es irregular y discriminatoria, pues no todos los territorios reciben los mismos productos; mucho menos en las mismas condiciones.

En el cercano municipio de Caimanera, de la misma provincia del alto Oriente cubano, los alimentos distribuidos en la cuota mensual son comparativamente mayores y suelen incluir la excepcional distribución de alimentos como la leche, el pescado o la carne de res.[2] Caso parecido es el de Moa, centro de la extracción minera en el país. Los pobladores de este municipio reciben en la libreta de manera periódica módulos de aseo y alimentos varios como jugos, refrescos, leche condensada y paquetes de pollo. Estos son casos excepcionales, pues ambos son municipios considerados “especiales” por la dirección del país.

Pero San Antonio del Sur no tiene esta suerte, sus pobladores están lejos de ser prioridad para el Estado cubano. El arroz que les toca, solo les llega tras cubrirse las necesidades de otros territorios privilegiados. [3] Situaciones como esta evidencian la falta de transparencia, eficiencia y responsabilidad del sistema de distribución de los productos de la bodega, que no garantiza el cumplimiento de los derechos de los ciudadanos ni respeta su dignidad. La canasta básica no es un favor ni una dádiva del Estado, representa un mecanismo único de distribución de alimentos del cual dependen miles de familias.

Es el propio Estado quien, en su afán de controlarlo todo, resulta incapaz de cumplir su función distribuidora. Los habitantes de las zonas rurales de Guantánamo se sienten defraudados. Como los de cualquier otro territorio de Cuba, merecen recibir una canasta básica completa, de calidad y a tiempo. Pero esto no es así, privados de los medios que les permitan tener una alimentación adecuada y una vida digna por otras vías, solo les resta esperar su turno en la larga cola, en un rincón olvidado del mundo.

 

[1] Iván León. (2021) Funcionaria cubana intenta explicar estado de la economía en Guantánamo. Disponible en: https://www.cibercuba.com/noticias/2021-12-01-u207888-e207888-s27061-subdirectora-economia-guantanamo-intenta-explicar

[2] Food Monitor Program (2023) Inseguridad alimentaria detrás de las protestas sociales en Caimanera. Disponible en: https://www.foodmonitorprogram.org/columna-inseguridad-alimentaria-detras-de-las-protestas-sociales-en-caimanera

[3] Pedro de Jesús. (2023) ¿Trajiste el mandado? Disponible en: https://www.escambray.cu/2023/trajiste-el-mandado/

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