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La alimentación en Cuba: ¿cambio de opinión de la FAO?

03 de febrero de 2023

a la falta de ingresos son una preocupación creciente en Cuba. Las familias están destinando entre el 70% y el 80% de sus ingresos solo para la compra de alimentos esenciales, como la leche, huevos, pan, carne de pollo y cerdo. Los gastos de dinero para alimentación pueden ascender hasta un gasto total de 4100 CUP, cerca del 99% de sus ingresos promedios de 4142 CUP. La inflación y el déficit comercial en productos agrícolas, sumado a los daños causados por el huracán Ian, están contribuyendo a la baja producción agrícola y la escasez de alimentos en Cuba. La situación crítica se ha producido después de la "Tarea Ordenamiento", que ha generado una depreciación del peso cubano y ha aumentado considerablemente la inflación. A pesar de esta situación, el gobierno cubano se enfoca en mantener la industria turística y hotelera en lugar de abordar la crisis alimentaria y energética.

Las quejas contra la escasez, pero sobre todo contra la imposibilidad de adquirir alimentos por falta de ingresos, siguen en aumento. En un reciente reportaje de elTOQUE, se denuncia nuevamente que los ingresos de las personas simplemente no alcanzan para comprar comida. Algunas madres entrevistadas reportan que destinan la mayoría de sus ingresos para la obtención de alimentos. Según lo reportado en ese artículo, comprar algunos de los alimentos básicos en la dieta familiar puede alcanzar un valor total de 4100 CUP. Teniendo en cuenta que el ingreso promedio de una persona laboralmente activa está por el orden de 4142 CUP, gastarían cerca del 99% de sus ingresos en solo alimentación, sin tener en cuenta la compra de otros productos como legumbres y granos. La cifra de ingreso medio por persona se corresponde al rango de ingresos bajos en La Acera de Enfrente de Food Monitor Program, que reporta que estaa entradas, en el año 2022, estaban por el orden de 4250 CUP mensuales por familia. 

Comparado con periodos anteriores, donde las personas reportaban en la Encuesta de Seguridad Alimentaria y en las Entrevistas realizadas por Food Monitor en 2021 y 2022, habría un incremento del gasto en alimentos de entre el 15,4% y el 28,6%. La inflación, para 2022, estuvo por el orden de 40,26% en precios generales y de 62,83% en alimentos. Se le suma a esto la balanza comercial de Cuba, que mostró un déficit comercial de USD 353 millones en materia de cárnicos,  USD 139 millones en productos lácteos, USD 346 millones en cereales y de USD 84 millones en otros productos elaborados, según el informe anual de CEPAL. Cuba, en la región Caribe, fue uno de los países  más afectados por los incrementos de los precios en los insumos para la producción de alimentos a raíz del conflicto con Ucrania. Según este informe, se espera que haya una caída en la zona del 4% en materia de importaciones.

Las malas noticias no sólo provienen de la población cubana. Según el primer Boletín de la FAO de 2023, el año entrante estará marcado por la escasez de alimentos debido a una tendencia al decrecimiento en la producción agrícola. Este fenómeno se debe en parte a los daños causados en el sistema de irrigación, producidos por el paso del huracán Ian. Lo que representa una baja en la producción de alimentos esenciales para la mesa cubana, como lo son los fríjoles y el arroz.

Del mismo modo, según este informe, parte de la situación de precariedad en materia de poder adquisitivo de la isla se debe a los efectos de la “Tarea Ordenamiento”. La unificación monetaria se tradujo en la depreciación del peso cubano (CUP) de un 96% en 2021, sumado a la inflación de precios de 114% para el mismo periodo, y de 63% para el 2022.

Y, sin embargo, el régimen, en lugar de atender las crisis alimentarias y energéticas (asunto tratado en esta columna de FMP) se concentra en mantener la industria hotelera y del turismo como sus grandes activos. Los recursos estatales, magros por las situaciones macroeconómicas y geopolíticas internacionales, se destinan a un sector que, según datos de la ONEI, ha venido cayendo estrepitosamente, pasando de cerca de 4,7 millones de turistas en 2019 a cerca de 820 mil con fecha de cierre en octubre de año pasado. El portal STATISTA revela una caída en ese mismo periodo de USD 2645 millones en 2019, a USD 1512 en 2020 (decrecimiento del 42,8%), y a USD 417 millones en 2021 (caída del 72,4% en relación con 2020). En total, cerrando el año 2021, los ingresos habían caído en un 84,5% en estos periodos. Habiendo recibido un total de 811479 visitantes, se espera que haya un repunte en los ingresos de turismo, pero que no llegarán a representar los USD 1519 millones que esperaba el gobierno cubano, sino de cerca de USD 460 millones, representando una caída del 97% de los ingresos de la industria de turismo, en comparación con el año 2019.

Y mientras tanto, en Cuba, país en donde el régimen afirma preocuparse por la defensa de los derechos sociales y económicos, los estudiantes de Derecho de la Universidad de La Habana denuncian, mediante una carta abierta, que las clases en materia de Derechos Humanos solo contienen unos planteamientos abstractos, que se dan “de pasada”. La relación entre los derechos humanos y la revolución se excusa con el “argumento hipócrita que Cuba es un ‘país diferente’,” que tiene un “‘modelo distinto’ de democracia y Derechos Humanos”. Igualmente, la carta hace una alusión contundente: “Los dirigentes -no el pueblo- han aprobado un Código Penal criminal, que parece sacado de los libretos de Batista o Pinochet. Aquí te multan por poner un post de Facebook criticando a un cuadro del partido, a un dirigente corrupto y aburguesado. Por un comentario en Twitter riéndote de alguna chapucería de los de arriba. Por comprar o vender algo en el mercado negro, como cuentapropista o trabajador, lo que no consigues con tu salario y en las tiendas. Para poder comer, un poco mejor, cada día.”  Pareciera que dentro del oficialismo es mejor no hablar de los Derechos Humanos si terminan enfrentándose a la "Revolución". La ley SSAN será entonces objeto de postergaciones que, de seguro, le serán achacadas al embargo económico por parte de los Estados Unidos. Porque incluso con las ayudas provenientes de nuevos aliados, Colombia entre ellos, el desabastecimiento y la inflación prometen no detenerse en el futuro cercano.

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