top of page

Manuel

Testimonio No.7 3.jpg

Manuel está jubilado, tiene 66 años y vive agregado en casa de una señora mayor que no recibe pensión alguna, a la que él cuida. Su pensión son solo 1500 pesos cubanos lo que equivale a 5 dólares y medio al cambio actual en la calle. Con ese dinero y sin recibir ninguna ayuda del Estado no puede sufragar los gastos del mes, ni siquiera los más elementales de alimentación e higiene.

Aunque precisa de ayudas para su supervivencia, no ha podido acogerse al Sistema de Ayuda a la Familia (SAF) que constituye una de las iniciativas más útiles diseñada por el Estado para prestar servicios de alimentación.

Una mañana me lo encuentro sentado cabizbajo fuera de una de las tiendas más caras de la ciudad, donde compran quienes tienen disponibilidad de moneda extranjera. Es un anciano educado y no molesta al consumidor, se ve que le avergüenza pedir limosna pero en su situación actual no le ha quedado más remedio.

Testimonio No.7 2.jpg

Me cuenta que pasa horas sin comer nada ni beber agua, sentado en ese muro donde azota el sol, en espera de la caridad de algún cliente de la tienda que le regale unos pesos o algún producto alimenticio, que puede ser desde un paquete de chicharos, arroz o picadillo hasta un refresco. A veces pasa el día entero en vano porque no aparece ningún buen samaritano, pero ni en los peores casos le gusta importunar a las personas. Acepta con resignación pero no pide.

Dice que ha sabido racionar sus ingestas de alimento al día para mantenerse en pie y poder caminar la distancia que lo separa del lugar donde vive, a veces come una vez o dos veces en un día, pequeñas porciones de lo que aparece. Tiene una ligera dificultad en el habla y está muy delgado. A estas alturas no le quedan fuerzas para trabajar pero aun así hace algunas guardias nocturnas cuando puede, para ganar unos pesos extra. Sin embargo siente mucho miedo pues ante un intento de robo o una agresión no tendría cómo defenderse. Sabe que la calle está cada día más violenta y conoce de primera mano casos de otros custodios a los que han herido de gravedad por un saco de cemento o unas barras de acero oxidadas, que se pueden vender a precios altísimos en el mercado negro.

Testimonio No.7 1.jpg

Su situación es muy triste. Sin familia, sin ayudas, sin una esperanza de mejora en el futuro, tiene que ingeniárselas para seguir viviendo por su cuenta. Con los nuevos ajustes económicos que comenzará a impulsar desde este mismo mes el Gobierno y las subidas de los precios, su vida se hará sin dudas mucho más difícil. No tiene un plan definido para salir de su situación, a su edad le quedan pocas opciones y en la casa de abuelos de su comunidad no le han prestado la atención debida.

Manuel no es un caso aislado, todo lo contrario. Fuera de las tiendas en MLC se suelen reunir una cantidad considerable de personas con muy bajos ingresos a esperar alguna limosna del cliente y el transeúnte, algunos casos peores que el suyo, quienes ni siquiera tienen un techo para pasar la noche. Entendemos que el efecto de las nuevas medidas tomadas por el Gobierno acentuará esta tendencia y tendrá un impacto devastador en aquellos que ya estaban ubicados bajo el límite de pobreza extrema en nuestro país. El 2024 será un año tristemente revelador en este aspecto.

bottom of page