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Quebrando la “burbuja del balneario”: crisis alimentaria en el sector turístico cubano

28 de febrero de 2024

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l turismo en Cuba es uno de los sectores que más 

crecimiento e inversión ha tenido en las últimas décadas. Una estrategia de soft power que busca reivindicar a la Isla a partir de las experiencias paradisiacas de una de las joyas del Caribe. Y no es menor este asunto: siendo la mayor de todas la Antillas, contando con un patrimonio histórico y cultural que mezcla las influencias nativas con las tradiciones africanas y españolas, Cuba cuenta con capacidad para ser una potencia turística regional.

En 2022, una nota de 14yMedio destacó que el presupuesto nacional había destinado 16 veces más dinero al sector turístico que al de la salud, aun cuando la exportación de médicos es una de las mayores fuentes de ingresos en moneda extranjera para el país. En 2022 y 2023, El Toque resaltó el crecimiento de la industria hotelera en la Isla, a pesar de que la ocupación en esos años fue significativamente inferior comparada con el ingreso de turistas en 2019.

Dentro de las narrativas comunes, incluso en los sectores que son críticos con relación a la situación económica en el país, en el sector turístico no es posible evidenciar las diversas crisis que afronta la población. Sin embargo, desde 2016, la burbuja del balneario se ha venido reventando poco a poco, con denuncias registradas por medios de comunicación, como fue el caso de la intoxicación de unos turistas canadienses en unos hoteles de Varadero o, en 2018, con la intoxicación de 60 turistas británicos por salmonela que recogieron los diarios CubaNet y Daily Mail.

En 2020, algunos miembros de Turning Point USA, una organización sin ánimo de lucro, viajaron a Cuba para conocer “la realidad del socialismo”, suponiendo que la perspectiva no debería ser “tan malo como pensaban”. En un video de YouTube, los viajantes relatan en 14 minutos los problemas que tuvieron en aduanas con un dron, la escasez de alimentos y bienes básicos como el combustible, el lamentable estado de la infraestructura y los encuentros con el Ministerio de Salud de Cuba. Un artículo de Diario de las Américas relata la situación de los hoteles en Cuba, particularmente de las cadenas Meliá e Iberostar. Las quejas, tomadas de portales como TripAdvisor, reflejan la situación en cuanto a la higiene, la infraestructura y la escasez de alimentos. Recientemente, @estebanguevara9, un influenciador que viaja por el mundo, publicó un video donde relata la escasez, la mala calidad y la falta de higiene en el sector hotelero de Varadero. En 2023, Martí Noticias hizo un reporte sobre la situación hotelera en Cuba que corrobora que el estado que había reportado Diario de las Américas continúa sufriendo los problemas en cuanto a la situación de higiene y de seguridad alimentaria.

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La seguridad alimentaria no solo cuenta con los problemas que le son propios de la escasez, el acceso y la estabilidad, sino que, en el caso cubano, también demuestra que hay un problema serio relativo a la inocuidad de los alimentos. La mala preparación, conservación y manipulación de los alimentos afecta todas las variables de la seguridad alimentaria desde un enfoque de salud. En este sentido, la ocasión de los alimentos mal preparados no solo afecta los objetivos de nutrición, sino que supone un riesgo de salud que, en algunas ocasiones, puede ocasionar la muerte.

La ruptura de la burbuja del sector turístico permite a los viajeros comprender, o al menos vislumbrar, una problemática mucho más profunda y sistémica que afecta no solo a los turistas, sino, principalmente, a la población cubana. La narrativa de “el bloqueo”, en este caso, pierde todo sentido y alcance en relación con el sector turístico; pues, por ejemplo, muchos de los alimentos provienen de México.

Los episodios de intoxicaciones alimentarias reportados por turistas pueden verse como la punta del iceberg de un problema mayor que incluye la falta de condimentos, ingredientes de calidad y, sobre todo, de prácticas de higiene adecuadas en la manipulación de alimentos. Estas condiciones no solo son peligrosas para la salud; también reflejan la precariedad de los sistemas de control y vigilancia sanitaria en el país.

Frente a este escenario, es imperativo cuestionar la sostenibilidad de un modelo que prioriza el desarrollo turístico por encima de las necesidades básicas de su gente. La paradoja de una isla que construye hoteles de lujo mientras sus ciudadanos enfrentan una severa crisis alimentaria no puede pasar desapercibida. Es necesario un replanteamiento de las políticas económicas y sociales que ponga en el centro el bienestar de los cubanos, garantizando su derecho a una alimentación adecuada, segura y nutritiva.

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