Nota de prensa N° 25- Food Monitor Program
La Habana, 12 de junio de 2024
En visita al Consejo Popular Naranjo del municipio Majibacoa (Las Tunas), el presidente y primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), Miguel Díaz Canel, afirmó que en la localidad había “tierra suficiente” para producir sus propios alimentos y llamó a “guapear” para conseguir el autoabastecimiento de comida en vez de “estar pensando en lo que va a entrar por la canasta”.
A la par que el Gobierno cubano publicita el alcance de la seguridad alimentaria en forma de leyes y decretos, incide en la idea de que la responsabilidad de satisfacer las necesidades básicas de los ciudadanos queda en manos de ellos mismos y de los gobiernos locales. Esta fue la conclusión del gobernante en su visita: “Tenemos que llegar al momento de que este país se autoabastezca de alimentos. Eso es lo que nos va a dar seguridad, de verdad. No estar dependiendo de las importaciones. Pero eso hay que creérselo. Y cada municipio tiene que guapear su comida”.
Esta no es la primera vez que el discurso de la administración llama a una especie de “sálvese quien pueda”, conforme se profundiza la crisis multifactorial presente en Cuba. Anteriormente, en la Asamblea Nacional, se había sugerido que cada Comité de Defensa de la Revolución, sembrara una piña: “Si a un solo cederista por CDR se le ocurre sembrar una piña; uno solo por CDR, ¿de cuántas piñas estamos hablado? 138.000 piñas (…) Aunque el enemigo se burle de iniciativas como estas, se burlan los mismos que apoyan el bloqueo y quieren rendirnos", argumentó el entonces vicepresidente de los CDR, una estructura arcaica de vigilancia vecinal. Ante el mismo cónclave, en medio del agudizamiento de la inseguridad hídrica en el país, el viceprimer ministro cubano Jorge Luis Tapia había propuesto criar peces en estanques de barrios, para el autoconsumo de las familias.
En resumen, ante la falta de estrategia administrativa y el profundo fracaso de la Tarea Ordenamiento, desde la cual más del 80% de las familias han perdido acceso considerable a los alimentos[1], la respuesta gubernamental ha sido reciclar las estrategias de sobrevivencia del Periodo Especial, que datan de hace más treinta años atrás. Para ello recurre a un lenguaje florido presentando estos precarios ejercicios como “iniciativas creativas” parte de la “agricultura familiar”.

Ante estas evidencias Food Monitor Program considera necesario poner en perspectivas varias alertas:
- Los gobiernos nacionales tienen la obligación de garantizar la canasta básica en una extensión de grupos de alimentos suficientemente saludable e inocua, así como su comercialización accesible y su distribución constante: Evitar dicha responsabilidad es una violación del derecho a la alimentación, descrito por la FAO como el derecho que tiene cada persona a alimentarse con dignidad. Además, es una muestra clara de la falta de voluntad gubernamental para incidir en la seguridad alimentaria de la nación.
- Aunque el gobierno promocione el autoabastecimiento, incluido como uno de los puntales en el derecho a la alimentación, es una postura completamente ilusoria e ineficaz en el contexto cubano: La economía cubana se traza de forma centralizada y planificada. Los cubanos de a pie no poseen espacios, recursos o materias primas para producir sus propios alimentos. Cuba es un país que apenas importa o produce piensos y fertilizantes, donde escasea el agua, y donde la infraestructura urbana está en peligro de ser comprometida por la cría de animales o plantaciones de vegetales.[1]
- La promoción de leyes y decretos sobre seguridad alimentaria y nutricional no son suficientes: Son un ejercicio banal y declaratorio de supuestas buenas intenciones que ni se han diseñado con pragmatismo y acorde al contexto cubano, ni se han llevado a cabo de forma eficiente. Apenas constituye un ejercicio de legitimación del Gobierno hacia el exterior, ya poco creíble teniendo en cuenta que desde el presente mes Cuba figura pro primera vez dentro de los anales de UNICEF sobre pobreza alimentaria infantil.
- El reciclaje de un discurso progresista de soberanía y resistencia en un contexto de precariedad alimentaria sin normas productivas o canales de cumplimiento, es un ejercicio de control y represión estatal: Mantiene a los ciudadanos en un estado de vulnerabilidad, desprotección social y dependencia, a la vez que el propio poder político llama a resistir monopolizando la voz del pueblo y distorsionando su frágil realidad.
- El sector agropecuario es el mayor empleador del país, pero no significa que tenga potencial actual para sustituir importaciones. Las inversiones y los paquetes de medidas elaborados en los últimos cinco años no han frenado la debacle en la producción alimentaria nacional, que ha retrocedido hasta un 67% en este periodo.
- Food Monitor Program advierte las graves consecuencias en el retroceso de los indicadores agroalimentarios, así como del secretismo, el burocratismo y la parafernalia narrativa con el que las autoridades manejan las estadísticas oficiales y su tendencia a un discurso evasivo y revictimizante. Asimismo, urge al gobierno a tomar medidas para coactar el avance sostenido de la inseguridad alimentaria en el país, así como sus agravantes sociales, culturales, económicas y políticas.
[1] https://www.foodmonitorprogram.org/inseguridad-alimentaria-2023
[2] Recordamos que en los años 90 Fidel Castro tuvo que autocorregirse y condenar la posesión de animales en cautiverio para el consumo familiar, ya que realizado en espacios urbanos comprometieron la higiene vecinal.