Nota de PRENSA
Nota de prensa N° 2- Food Monitor Program
25 de marzo de 2023
Notas de prensa
La Zona Especial de Desarrollo Mariel, en Cuba, ha estado en el centro de la atención debido a las dificultades que enfrentan varias empresas extranjeras que invirtieron en la zona, según lo informan Diario de Cuba, Cubacute, Directorio Cubano y Periódico Cubano.
Según estos informes de fuentes independientes, la empresa mexicana Richmeat de México, S.A. ha suspendido la producción del producto "Picadillo Mixto Condimentado" y “Picadillo de res” en su fábrica en Mariel, debido a que el régimen cubano ha incumplido con los pagos. Esta situación deja a toda la planta de trabajadores en situación de desempleo; el 90% de estos son nacionales cubanos.
La incertidumbre surgida a raíz del cese de producción de estos dos alimentos no solo afecta a los trabajadores, sino a las familias cubanas que ahora no contarán con una producción estimada en 7000 toneladas de productos embutidos, según informa Periódico Cubano.
Estos embutidos, conocidos como “tubos de picadillo” eran, por su versatilidad y precio “la salvación” de muchas familias cubanas, que compensaban las deficiencias alimentarias por medio de su consumo, informa Directorio Cubano.
Este es un ejemplo más de la falta de transparencia y confiabilidad del régimen cubano, lo que ha llevado a varios inversores a perder sus emprendimientos, agravando la delicada situación de seguridad alimentaria en la región del Mariel.
Las autoridades cubanas aún no han emitido una declaración oficial sobre la suspensión de la producción de Richmeat S.A. y la situación financiera de la empresa. La comunidad internacional sigue de cerca la situación en la Zona Especial de Desarrollo Mariel. Esta situación afecta negativamente la disponibilidad de alimentos producidos en la zona y con los que se abastecen los hogares cubanos; también genera inseguridad para los trabajadores actualmente “interruptos” sin seguridad de empleo.
Food Monitor Program denuncia la tendencia al impago del gobierno cubano, el desinterés gubernamental que agrava la situación de desabastecimiento y cuyos principales afectados son los cubanos que ven profundizada su dependencia a productos cada vez más escasos. La inflación y la escasez que aqueja el país continúan ampliándose mientras los cubanos tienen cada vez menos acceso a alimentos ya siquiera nutritivos, sino percederos, que puedan saciar el hambre o camuflar la grave inseguridad alimentaria presente en la isla.