En realidad, nunca comí la comida del hospital
Masculino, 26 años, Artemisa
¿Qué diagnóstico tuvo de su padecimiento y cuánto tiempo estuvo hospitalizado?
Estuve cuatro días hospitalizado por una operación de rodilla.
¿Cómo valora su estancia y tratamiento en la institución de salud?
Mi estancia fue pésima por varias razones. Las condiciones del hospital muy malas, muy pocos recursos, incluso personalmente tuve que aportar vendajes. El tratamiento tampoco fue bueno, no quedé bien de la operación.
¿Puede describir la cantidad, composición y calidad de los alimentos que le ofrecieron durante su ingreso?
Los alimentos muy malos, mal elaborados, de pésima calidad. Daban desayuno compuesto por mermelada de guayaba con agua, almuerzo y comida, sin meriendas. Dieron arroz, picadillo todos los días, huevo en polvo deshidratado, y sopas, nunca dieron cárnicos. Porciones muy pequeñas. En realidad, nunca comí la comida del hospital.
¿Tuvo otras alternativas de alimentación? ¿Cuáles?
Sí, desde mi casa me traían en la visita almuerzo, comida y otras meriendas.
Al ser dado de alta, ¿necesitó de una alimentación especial para su recuperación en casa? ¿Pudo conseguirla?
No necesité alimentación especial
¿Se ha visto afectado o empeorado su estado de salud por la dificultad en el acceso a alimentos sanos? Explíquenos su experiencia al respecto.
Claro que sí. No tener acceso a lácteos, y otros alimentos de calidad a largo plazo afectan la calidad de vida. Personalmente tengo problemas en los huesos y necesito leche, pescados y vegetales que o bien no se pueden conseguir en Cuba o son muy caros y no los puedo comprar.