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Varadero: entre el privilegio y la escasez

25 de julio de 2023

E

l sector del turismo se ha posicionado como una de las 

principales industrias de Cuba. Desde principios de los años 90 del siglo pasado[1], y con especial interés actualmente tras las directrices del Plan Nacional de Desarrollo hasta 2030, cuenta con el reconocimiento de “sector priorizado” para el desarrollo económico del país.[2]

En un país con seis polos turísticos[3] de significativa relevancia, Varadero lidera ampliamente por el número de habitaciones, quedando en segundo lugar —detrás de la Habana—, con la cantidad de hoteles que acumula. En el imaginario colectivo de los cubanos y no pocos extranjeros, sus playas son de las mejores de la Isla y sus instalaciones gozan del reconocimiento popular. La belleza natural y el agradable clima que se respira es excelente para el disfrute.

Sin embargo, contrario a la opinión del pueblo llano de que “en los hoteles hay de todo para comer y beber”, hoy el turismo en Varadero padece de limitaciones en la oferta de alimentos que antaño serían inconcebibles. Su status de privilegio no ha salido indemne tras el paso de la pandemia y la ajustada situación financiera que atraviesa actualmente el país.[4]

Una familia, que hace poco se hospedó durante una semana en el Occidental Arenas Blancas, del grupo hotelero Barceló, ubicado cerca de la Avenida de Las Américas y frente a la playa de Varadero, accedió a compartir las experiencias de su visita.

Lo primero que notó al llegar era la escasa ocupación del hotel, que “no superaba ni el 10 por ciento de su capacidad”, en su mayoría de origen ruso o cubano. Para la fecha de su estadía, el país se encontraba en la llamada “temporada baja”;[5] es decir, el período de tiempo con menos afluencia de turistas. A pesar de ello, señala que, en comparación con otras visitas en igual temporada, el hotel se encontraba “muerto”.

El trato y la cordialidad del personal en el buffet era impecable, pero la variedad de los alimentos y sus preparaciones, limitada; particularmente en el caso de las ensaladas y frutas. Las opciones de bebidas eran pocas y en los jugos se notaba la falta de azúcar u otros endulzantes. “Esto no era de por sí malo, pero estaba por debajo de nuestras expectativas, no nos gustó para nada encontrar tantas cucarachitas junto a los platos con alimentos para escoger en las mesas del buffet”. La presencia de estos pequeños y molestos insectos fue una constante, para desagrado de la familia, tanto en el restaurant como en sus habitaciones.

A nivel de oferta, la experiencia alimentaria fue “plana”. En su página web, Arenas Blancas promete “una gran cantidad de restaurantes y bares”;[6] pero otra es la historia. Cerca del lobby, el restaurante-buffet Los Jardines era el único abierto a todos los huéspedes diariamente para desayunos, almuerzos y cenas. Por su tiempo de estancia, la familia tenía acceso a visitar solo uno de los otros restaurantes de las instalaciones el que se reservaba para una única cena. “Ya que teníamos solo una noche disponible queríamos ir al restaurante especializado en comida italiana, pero enseguida nos lo desaconsejaron pues el hotel llevaba días sin recibir ni salsa ni puré de tomate”, nos cuenta.

Los bares se encontraban en una situación similar. Pese a mostrar una vistosa carta en cada mesa con las especialidades de la casa, el Lobby Bar solo contaba con diferentes variedades de ron Mulata y poco más. Nada de tragos al strike o variedad en la coctelería, excluyendo los tragos de ron blanco (Mulata) con limonada o licor de anís. Tequilas, wiskis, brandis, vinos, vodkas y otras bebidas alcohólicas, comunes en otros tiempos en las barras, eran ahora imposibles de encontrar. “Parecía surreal ver que no podías pedir mucho más que café o refresco, aquello se trataba de un hotel cuatro estrellas en Varadero. Junto a la piscina había otros bares, pero su situación era idéntica con la salvedad de que ofrecían también cerveza dispensada”, refiere incrédulo el padre.

Fuera de la “mesa buffet” —como se conoce popularmente en Cuba al restaurante que ofrece este servicio—, no había muchas más opciones para comer algo. Cerca de la playa se encontraba el ranchón Caribe, diseñado como restaurante, pero que solo funcionaba como snack-bar entre la mañana y la tarde. Sus ofertas: cerveza dispensada, agua o refresco para beber. Durante su estancia solo podían elegir entre dos sabores en los refrescos y los jugos: cola o limón y piña o toronja, respectivamente. Para comer, no había opciones: “Siempre que preguntabas por algo de comer te traían una tostada con repollo y algo de pollo”, comenta la hija en tono de broma. Ningún bar o cafetería estaba abierto las 24 horas del día.

Las autoridades sostienen que este año 2023 el turismo trabaja para recibir tres millones y medio de visitantes extranjeros —del que un millón ya se habría cumplido— y confía en la recuperación del sector.[7] Aunque las alternativas que posee un hotel son superiores, en comparación con las opciones de alimentos a las que accede una familia promedio en Cuba para su dieta,[8] incluso un entorno privilegiado como este se ve afectado por las que atraviesa el país.

La “ilusión de un paraíso terrenal” que vendía la estancia en un hotel cubano sufre de pequeños golpes de realidad que la ponen en entredicho ante el público nacional e internacional. ¿Realmente se está recuperando? Si llegara a perder esa magia, ¿qué le quedaría a Varadero?

 

[1] Mundet et al.: “El Turismo en Cuba: Desarrollo, Retos y Perspectivas”, en https://www.redalyc.org/journal/4735/473559029004/html/.

[2] González Muiño: “Una contribución al debate sobre sectores industriales estratégicos en Cuba”, en http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0252-85842020000200003#:~:text=Primero%2C%20el%20n%C3%BAmero%20de%20sectores,)%20industria%20farmac%C3%A9utica%2C%2010)%20industria.

[3] Sardiñas: “Maritimidad y turismo en la habana: una relación para el desarrollo”, en http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-32612012000100002#:~:text=En%20Cuba%20pueden%20identificarse%20f%C3%ADsicamente,y%20Cayo%20Largo%20del%20Sur.

[4] Leoncio Salinas: “Desafíos para el desarrollo del turismo en Cuba. El nuevo escenario post COVID-19”, en http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2308-01322021000200020.

[5] “Cual es la temporada baja en cuba?”, en https://www.tripadvisor.es/ShowTopic-g147270-i91-k10499980-Cual_es_la_temporada_baja_en_cuba-Cuba.html.

[6] “Occidental Arenas Blancas”, en https://www.barcelo.com/es-ww/occidental-arenas-blancas/.

[7] “Cuba llega a un millón de turistas en 2023 y afirma va hacia la recuperación”, en https://www.swissinfo.ch/spa/cuba-turismo_cuba-llega-a-un-mill%C3%B3n-de-turistas-en-2023-y-afirma-va-hacia-la-recuperaci%C3%B3n/48485046#:~:text=Buscar-,Cuba%20llega%20a%20un%20mill%C3%B3n%20de%20turistas%20en,afirma%20va%20hacia%20la%20recuperaci%C3%B3n&text=La%20Habana%2C%203%20may%20(EFE,Ministerio%20del%20Turismo%20(Mintur.

[8] Bohórquez et al.: “Midiendo el hambre. Encuesta de Seguridad Alimentaria en Cuba (2022)”, en https://repositorio.4metrica.org/bitstream/handle/001/181/Encuesta%20Seguridad%20Alimentaria%202022.pdf?sequence=5&isAllowed=y.

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