top of page

Otra arista en la eterna crisis del agua en Cuba

12 de marzo de 2024

L

L

a contaminación del agua es un problema que afecta a 

comunidades desprotegidas en todo el país, pero, en muchos pueblos, este problema ha adquirido una dimensión particularmente preocupante. La creciente proliferación de basura en zonas aledañas a la capital ha llevado a una situación en la que el sistema de tuberías se mezcla con las aguas albañales, exacerbando el problema de la contaminación.

Los afluentes de pequeños riachuelos y zanjas que se conectan al sistema hídrico nacional, actualmente, sirven de vertederos, a razón del incremento de la basura en casi todo el país. Este incremento se debe a la mala gestión gubernamental para la recogida de desechos sólidos y a la no reparación del sistema de tuberías en muchos lugares.

Este problema es especialmente irónico en el contexto cubano actual. El paso a la Época Moderna a menudo se asocia con la mejora de la infraestructura hidráulica, incluyendo el sistema de alcantarillado, cuando las enfermedades se redujeron de modo considerable. Sin embargo, el sistema de alcantarillado, en lugar de ser sinónimo de seguridad, se ha convertido en vehículo para la contaminación del agua.

Lastimosamente, en algunos sitios corre el agua pútrida al frente de las casas y cerca de las tapas hidrantes. Esta triste y desagradable postal se ha vuelto común en municipios alejados del centro de la ciudad.

Los recursos hídricos disponibles en Cuba son limitados y están heterogéneamente distribuidos. La media nacional de 1 220 m3 de agua por persona al año sitúa al país en un nivel de estrés hídrico moderado. Diversos son los problemas relacionados con la gestión sostenible del agua en Cuba: el bajo volumen disponible por habitante al año, el bajo índice de reposición anual de los recursos hídricos con 13,7 %, la baja eficiencia en el uso del agua y las pérdidas en las redes de distribución y consumo, entre otros. En consecuencia, el agua constituye para Cuba el principal desafío ambiental con el objetivo de garantizar su sostenibilidad en el desarrollo, así como su seguridad ambiental y alimentaria. Un reto que se ve agudizado por el cambio climático. Es por ello que, según afirma el especialista José Antonio Duque, se propone una hoja de ruta para la gestión sostenible de los recursos hídricos en Cuba.[1]

La basura, que a menudo incluye desechos domésticos, plásticos y otros materiales no biodegradables, se acumula en las calles y zonas aledañas a la capital. Cuando llueve, estos desechos son arrastrados hacia el sistema de drenaje, donde se mezclan con las aguas albañales. Este cóctel tóxico se filtra luego en los cuerpos de agua locales, contaminándolos y poniendo en riesgo la salud de las comunidades cercanas.

Este problema no solo afecta el medio ambiente, sino también la salud y la alimentación de los cubanos de a pie. El agua contaminada puede causar enfermedades, desde infecciones gastrointestinales hasta otras más graves como el cólera. Además, puede afectar la disponibilidad de alimentos al ser el agua un recurso esencial para la agricultura.

Es crucial que se tomen medidas para abordar este problema. Esto incluye mejorar tanto la gestión de residuos para reducir la cantidad de basura que se acumula en las calles como el sistema de alcantarillado para evitar que las aguas albañales se mezclen con el suministro de agua. Pero las soluciones de los problemas siempre han estado claras; la desdicha se centra en que no se resuelven.

 

El suministro de agua en Cuba es insuficiente y está marcado por la falta de acceso a agua potable para una parte significativa de la población. Aunque el gobierno ha reconocido oficialmente que alrededor de 1 millón de cubanos carecen de acceso a agua potable por acueducto, la cifra real se estima en casi el doble: 2 millones de personas. A ello hay que agregar que más de 475 000 cubanos reciben agua a través de camiones cisterna (pipas) de manera permanente, y el 67% de la población no tiene un servicio de abastecimiento diario. Esto equivale a 7 435 690 cubanos.

El servicio de agua se ha deteriorado por la falta de mantenimiento de la infraestructura incluida la falta de reparación de bombas y conductos y la mala gestión de los recursos hídricos. Esto ha llevado a una serie de problemas como la contaminación de fuentes de agua, la salinización y la pérdida de hasta el 60% del agua bombeada debido a fugas en las redes de distribución.[2]

El agua es un recurso vital para la vida cotidiana. En los hogares cubanos, como en muchos otros lugares del mundo, el agua que llega a través de las tuberías se utiliza para una variedad de propósitos esenciales, desde la higiene personal hasta la preparación de alimentos. Sin embargo, cuando este suministro de agua se contamina, las consecuencias pueden ser graves y de largo alcance.

En el aspecto alimenticio, el agua juega un papel crucial. Se utiliza en la preparación de casi todos los alimentos, desde lavar los ingredientes hasta cocinarlos. Cuando está contaminada, los patógenos y las toxinas pueden introducirse en los alimentos durante estos procesos; lo cual puede resultar en una serie de enfermedades gastrointestinales, como la gastritis y la diarrea, que llegan a ser especialmente graves para los niños, los ancianos y las personas con sistemas inmunológicos debilitados. Esto sin hablar de las enfermedades como el dengue, la conjuntivitis u otras que se manifiestan a razón de la basura constante.

Con la contaminación del agua también se afecta la seguridad alimentaria a nivel comunitario. Por tanto, se ha vuelto inseguro cultivar o recolectar alimentos que requieran agua, como ciertas frutas y verduras. Esto puede limitar la disponibilidad de productos saludables y nutritivos, lo que, a su vez, redunda en efectos negativos en la salud y el bienestar de la comunidad. Aun así, no supone una contrariedad para el cubano de a pie, quien solo desea alimentarse y no repara en problemáticas de esta índole.

La contaminación del agua es un problema concerniente a los ámbitos medioambiental, de salud pública y seguridad alimentaria que requiere nuestra atención inmediata. En muchos pueblos cubanos y también en algunas zonas de la capital, resulta un grave problema que requiere atención inmediata, pues impide un normal desarrollo y empeora la salubridad. Su solución es esencial para garantizar la salud y el bienestar de los cubanos de a pie. Es hora de que las autoridades y la comunidad en general tomen medidas para resolver este problema y proteger este preciado recurso.

 

 

[1] http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1680-03382018000200004.

[2] https://cubasiglo21.com/el-problema-del-agua-en-cuba/.

bottom of page