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Mercados online: ¿Solución o parte del problema?

01 de agosto de 2023

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n el mundo entero, las plataformas digitales de comercio 

están naturalizadas hace décadas. Sin embargo, en Cuba este es un fenómeno bastante raro y de reciente irrupción en el contexto nacional, que alcanzó su popularidad durante la pandemia de la covid, cuando la movilidad para hacer compras estaba bastante reducida.

Pero en Cuba, por varios motivos, los mercados digitales no funcionan como en la mayoría de los países. En primer lugar, un cubano que viva en Cuba no puede hacer compras en las tiendas online como Amazon o eBay porque necesitaría una tarjeta de débito o crédito como MasterCard, VISA, etc., las cuales, por las sanciones económicas de Estados Unidos a Cuba, no se pueden adquirir. Por otra parte, si por alguna razón sí tuviéramos una cuenta en Amazon y acceso a alguna de estas pasarelas de pago, estas plataformas comerciales no realizan, como es lógico, envíos a la Isla.

Como alternativa, han surgido varias tiendas online “cubanas”; o mejor dicho, enfocadas al mercado cubano, sobre todo a la venta de alimentos. Algunas ya están bien consolidadas, como Katapulk, empresa con sede en Estados Unidos y cuyo dueño es Hugo Cancio, polémico empresario cubano-americano que mantiene vínculos directos y públicos con el gobierno de Cuba. Cancio, además, es el dueño de OnCuba, medio de prensa “independiente”, también con sede en Estados Unidos, que trata noticias sobre la Isla y que, curiosamente, es el único de este tipo acreditado en el país, según la lista de medios de prensa acreditados de forma permanente ante el Centro de Prensa Internacional (CPI). ¿Casualidad? No creo.

Sin embargo, estas tiendas tampoco han sido creadas para el cubano de a pie. Primeramente, utilizan los mismos métodos de pago que cualquier otro mercado online; por tanto, no se pueden hacer compras desde Cuba. Luego, los precios que tienen los productos en estas tiendas son desproporcionales, pues, en casi su totalidad, triplican o cuadruplican los precios reales de estos productos alimenticios. Así, estas tiendas están creadas para que quienes compren en ellas sean los familiares de los cubanos que están fuera de Cuba. Esto crea, como consecuencia, más diferencias entre aquellos con familiares en el exterior y los que no.

A simple vista, surgen algunas interrogantes acerca de estos mercados online “cubanos”. ¿Quiénes están detrás de ellos? ¿Cómo funcionan estas tiendas en un país donde todo está controlado por el Gobierno? Y, sobre todo, ¿de dónde salen estos productos de primera necesidad en un país que atraviesa una crisis de inseguridad alimentaria de gran envergadura? Las respuestas no son simples.

Estos negocios no pertenecen a una sola persona y casi en su totalidad están compuestos por una red de pequeñas empresas y proveedores en varios países, sobre todo en España y Estados Unidos. Estas redes permiten esquivar las sanciones económicas que tiene impuesta Cuba y, como es evidente, todas tienen que tener algún vínculo con el gobierno cubano y sus dirigentes. Tomemos el caso de Supermarket23. 

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Según una investigación de CubaNet, donde se explica bien todo lo relacionado con este mercado online, todo apunta a que Supermarket23 es administrada por la empresa estatal Alcona, que forma parte del grupo empresarial estatal Flora y Fauna, el cual pertenece, a su vez, al Ministerio de Agricultura. Cabe aclarar que la empresa Flora y Fauna está dirigida por el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías, uno de los hombres más importantes del poder en Cuba, con su hija como la segunda al mando. Alcona, por tanto, es utilizada como pantalla para realizar negocios con empresarios canadienses y de otros países. Supermarket23 no solo vende alimentos, sino todo tipo de productos. Es lo más similar a Amazon que tenemos, por decirlo de alguna manera. Vale la pena su lectura.

Chévere Compras

Antes mencioné que la mayoría de los mercados online que existen en Cuba están diseñados para efectuar las compras desde fuera del país. Sin embargo, es cierto que existen unos pocos que te permiten realizar las compras desde dentro de la Isla. En realidad, algunas instituciones estatales intentaron, durante los años de la pandemia del COVID, impulsar el comercio digital mediante algunas plataformas de ventas de productos de manufactura nacional. Lo mismo aseo personal que electrodomésticos, y por supuesto, productos alimenticios. Plataformas de compra como TuEnvío, son un ejemplo de esto. Sin embargo, fueron un total fracaso. Primeramente, a nivel técnico las páginas web se caían con mucha frecuencia. Luego, la disponibilidad de “combos” de alimentos y otros productos de primera necesidad era bastante poca y duraban solo minutos en línea. Hoy en día, estas plataformas estatales de comercio virtual son inoperantes.

Actualmente, están surgiendo otras alternativas que permiten realizar compras desde Cuba y que mantienen algún grado de relación con el Estado cubano. Sin embargo, siguen un patrón similar a las ya existentes, en cuanto a su conformación y funcionamiento. Tampoco queda claro hasta qué nivel mantienen una relación con el poder en la Isla o con miembros de la élite que rodea este poder. Tal es el caso de Chévere Compras, una nueva página de venta de alimentos, en la cual se puede comprar desde Cuba, o al menos en los casos que analizaremos a continuación.

Entonces, ¿qué es Chévere Compras? En la sección informativa de su página web exponen que GSI Quants es una empresa de comercialización de productos en línea y Chévere Compras, uno de los canales que utilizan para comercializar en Cuba. También dejan bien claro a quién va dirigida esta tienda cuando se refieren a “lo difícil que puede ser comprar para su familia o negocio”. Nada nuevo.

Ahora, surge otra interrogante: ¿qué es GSI Quants? Pues bien, según exponen en su página web, son una empresa de exportación de productos y consultoría informática con sede en Alicante, España. A su vez, esta empresa tiene dos dependencias. La primera es GSI Quants, especializada en la consultoría, diseño y desarrollo de soluciones informáticas para el mercado español e internacional, enfocado en el mundo digital. La segunda es Verigu, que se dedica a la exportación de productos alimenticios y de primera necesidad desde Europa, principalmente desde España, hacia Cuba. Según declaran, su objetivo es facilitar el acceso a alimentos y bebidas de calidad para los familiares en Cuba.

Quizás se estarán preguntando qué tiene de especial esta tienda virtual si es casi lo mismo que las ya existentes. Y es que, a pesar de que queda bien claro en su página que sus pagos son mediante cuentas bancarias internacionales con tarjetas MasterCard, Visa y demás, Chévere Compras se las ha arreglado para asociarse con mipymes cubanas y, nada más y nada menos, que la Universidad de La Habana.

En un mensaje circulado en un grupo de WhatsApp de un centro de investigación asociado a la Universidad de La Habana, se les informaba a los trabajadores que el Sindicato de la Universidad había convenido con la mipyme Hiper Logística las ventas de productos. En teoría, esto ayudaría a realizar la venta de productos alimenticios con precios diferenciados, a concertar las compras por encargo virtual y ofrecer una mensajería sin costos de traslado hacia la UH o las diferentes ubicaciones geográficas ya acordadas en correspondencia de áreas de demandas considerables, entre otras cosas.

El procedimiento para la compra es sencillo. Hay que acceder a la dirección web https://verigucup.com/, que te redirecciona a la página de Chévere Compras. Una vez allí, después de autenticarse, se realiza la compra llenando el “carrito” con los productos. Luego, hay que poner Colina-UH en la dirección de recogida; lo cual significa que cada miércoles, a las 14 horas, en algún local de la Universidad de La Habana se entregarán los productos y se efectuará el pago mediante transferencia bancaria en pesos cubanos.  

Aquí hay varios elementos interesantes. Primero, la modalidad de pago: al parecer, la mipyme privada Hiper Logística, con sede en La Habana, sirve de intermediario entre la Universidad y GSI Quants. Asimismo, que el envío de los productos sea gratuito, ya que queda bien claro en su página que el costo de envío en la capital cubana es de aproximadamente 5 USD.

Sin embargo, lo más significativo son los costos de los productos, que tienen precios tan elevados como los que se pueden encontrar en las redes privadas de distribución de alimentos. Por tanto, lo de los precios diferenciados es una falacia. En su página web podemos encontrar varias categorías de productos como aceites, pastas, cárnicos, lácteos, enlatados, condimentos, dulces y más. Si tomamos, por ejemplo, los aceites, encontramos dos ofertas: una es un litro de aceite de olivas a 1 750 CUP, la mitad del salario promedio en Cuba, o un garrafón de 25 l de aceite vegetal, a 14 477 CUP, o lo que es lo mismo, 2.4 veces más que el salario mensual de un profesor titular de la propia Universidad de La Habana. En los cárnicos, actualmente solo está disponible un pomo de 400 g de lomos de bonito del norte en aceite de olivas por 1 381 CUP. La mayoría de los productos son de las marcas Gallo, La Barraca y Panelas.

Entonces, los mercados digitales ¿son solución o parte del problema de la especulación y sobreprecio de los alimentos en Cuba? La respuesta está en el medio. Sin lugar a dudas es una solución —bastante cara— para quienes tiene la dicha de tener familiares fuera de Cuba y les puedan realizar este tipo de compras. Se ahorran las largas colas y, en su mayoría, adquieren productos que no se encuentran en las redes de comercialización habituales, ni siquiera en las tiendas MLC. Esto no deja de ser polémico para sectores más radicales de la emigración cubana que se oponen a cualquier tipo de operación financiera que pudiera beneficiar a la élite del poder en Cuba, ya que queda demostrado que esta mantiene vínculos estrechos con estas redes de comercio electrónico.

Por otra parte, queda la mayoría del pueblo cubano que no tiene acceso a este tipo de mercados y sienten la gran desigualdad que se afianza en el contexto cubano. Ni siquiera es un acierto este intento de Chévere Compras de permitir hacer compras en moneda nacional, porque no solo está limitado a un número bien pequeño de personas, sino que los precios son una burla hacia los trabajadores que, como promedio, ganan poco más de 3 000 pesos cubanos.

Es cierto que cada día surgen nuevas alternativas y que el auge de las mipymes puede significar un aumento en la oferta de productos alimenticios. Sin embargo, si los precios de los alimentos no se acercan a los salarios reales que perciben los cubanos, de nada sirve el aumento de la oferta. 

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