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Manifestante en Bayamo habla para Food Monitor Program: “se me acelera el corazón al escuchar el grito de libertad”

22 de marzo de 2024

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l domingo 17 de marzo cubanos de varias provinicas orientales 

se manifestaron contra la inseguridad hídrica, energética y alimentaria que vive el país. A gritos de “Corriente y comida”, “Libertad” y “Patria y Vida” las protestas se expandieron hasta ser sofocadas por órganos represivos estatales, mientras que las autoridades cubanas afirmaban “estar dispuestas al diálogo”.

Food Monitor Program conversó sobre los detonantes y desarrollo de las protestas con un participante de las mismas en Bayamo.

 

¿Dónde comenzaron las protestas?

Comenzó en la calle Figueredo, justo después de la calle Línea -incluso podría decirse que en la esquina de Figueredo y Línea-. Esto es el reparto Jesús Menéndez en Bayamo.

¿Que motivó las protestas? ¿Conoces las inconformidades principales por las que se protestaba?

Los motivos principales eran muy básicos: comida y corriente. La semana pasada en Bayamo tuvimos un promedio de seis horas de corriente al día durante los tres días del fin de semana. Entresemana no fue tan grave con un estimado de 8 horas diarias. Todo esto en los últimos quince días.

Hace una semana que en Bayamo no había pan y la gente además está inconforme de que no han traído el arroz de la bodega e incluso hay lugares con una situación crítica con el agua con carencias de hasta siete días.

¿Cómo percibiste las actuaciones de las autoridades y las fuerzas de seguridad?

Las fuerzas de seguridad se movilizaron súper rápido y estaban desde el mismo comienzo ahí. Había un grupo de manifestantes quietos en esa esquina y había un grupo de militares encabezados por un teniente coronel que entraron en una especie de discusión, de diálogo con el pueblo. Sacaron las patrullas, estas de nuevas marca Hyundai, y estaban muy bien preparados porque en los lugares en los que bloquearon las calles me parecieron muy bien pensados y preparados.

Yo no presencié ningún hecho de violencia física directa por parte de las autoridades ni de los manifestantes. Aunque sí se ejerció en cierta medida a decir “por aquí no vas a pasar” aunque comparándolo con el 11J no hubo ni de cerca la violencia que se vió, creo que se cuidaron. Estaban armados con tonfas, perros y pistolas, pero solo bloquearon las calles y nos guiaron de cierta forma a los puntos que tenían bloqueados.

Bloquearon el paso a uno de los barrios más conflictivos de la ciudad que es el Siboney y aseguraron bien la zona para que los manifestantes no llegaran ahí y tuvieran que desviarse para el centro. Fue un movimiento desde mi punto de vista inteligente porque es un barrio muy popular que hubiera sumado fuerza a la manifestación.

También desplegaron a los muchachos del servicio militar que estaban trabajando en prevención y les pusieron uniformes de policía para sacarlos a las calles. Lo sé porque vi a alguien que conozco que está trabajando en prevención vestido de policía.

¿Cómo describirías la actitud de los protestantes?

Se veía descontento total con la situación y también una conciencia real de lo que está sucediendo. La gente no solo estaba ahí pidiendo corriente y comida, pedían libertad, gritaban “¡abajo la dictadura!”. Fue una protesta pacífica, en ningún momento presencié a nadie empujando o tirando una piedra. En esos momentos lo que se sentía era una solidaridad inmensa entre todos los manifestantes, si alguien se tropezaba lo ayudaban a levantarse y la gente iba informándose boca a boca. Se escuchaba de vez en cuando gente gritando “No a la violencia” y aunque siempre hay un impresentable incitando al desorden no fue la voz que predominó.

Las personas se contenían entre ellos para no perder las formas con las autoridades. Yo siento que estamos cogiendo un poco más de cultura de protesta y me gustó ver que se evitó la confrontación. Donde hubo bloqueo la gente simplemente lo evitó, lo que a la larga dispersó a los manifestantes.   

¿Cómo te sentiste durante la protesta? ¿Tuviste entonces o tienes ahora miedo a alguna represalia?

Se me acelera el corazón de escuchar el grito de “libertad” y caigo en cuenta de que en realidad estoy en una protesta cuando comienzan a entonar las notas del himno nacional. Me recuerda inmediatamente las escenas del 11 de julio cuando salimos precisamente cantando nuestro himno nacional. Ayer se cantó al menos tres veces durante la manifestación.

A toda voz, el pueblo de Cuba. El himno que muchas veces se enseña mal en las escuelas y pierde significado al enlazarse con los ideales comunistas que para nada tienen que ver… ahí el pueblo reconocía el himno como suyo y fue un canto de identidad precioso.

La gente estaba emocionada, todo el mundo quería saber qué pasaba. Los veías en las esquinas asomándose, incluso con miedo a participar, pero apoyando desde las esquinas y los balcones.

El miedo siempre está presente. Ves militares por delante y militares por detrás y sientes miedo porque ellos están ahí para proteger sus intereses que muchas veces pasan por dar palos. Sientes miedo porque no eres solo tú, es tu familia que está en tu casa, mi madre diciéndome que tiene la presión alta, las personas que tengo al lado.

Yo sentí miedo por mí y por dos amigos que me acompañaban y por eso nos quedamos un poquito más atrás de la primera línea. A veces cogíamos por una calle paralela a la manifestación y estábamos buscándonos todo el tiempo porque daba miedo separarse y que se llevaran a alguien. Uno está atento a cada movimiento.

Pero cuando todo se calma y la masa se dispersa es cuando más miedo se siente porque estás “solo” y le pasas por al lado a los policías, sientes miedo de las represalias, a salir en un video o ser reconocido, teniendo el precedente del 11J y tantos presos políticos. Ese es el miedo, a las represalias, el que más sentí, en las personas que no salieron dentro de mi misma familia.

Pero te sientes tan libre en ese momento…

¿En tu opinión, crees que estas protestas traigan algún cambio en el futuro o que se mantengan?

Yo no creo que las protestas continúen en estos días o esta semana precisamente porque empieza a hacer efecto el miedo. La mayor lección de esto es el salir a protestar pacíficamente. Es un crecimiento en el saber cómo manifestarse y el proceso de reconciliación porque la violencia no es el camino. Creo que estamos aprendiendo que podemos hacer y podemos hacerlo bien, sin miedo porque no estamos haciendo nada malo. 

En ese sentido el pueblo está creciendo. Las personas que no se sumaron ahora pueden ver que es posible hacerlo desde el conocimiento.

¿Qué quieres cambiar tú?

Los ideales, el régimen, el sistema. Quiero un país con democracia, con un estado responsable y muchas cosas que pueden sonar idílicas. Yendo a lo concreto quiero cambiar primeramente como me siento, quiero volver a sentirme libre y tener esperanza en un cambio posible. Quiero que la gente que está a mi alrededor diga lo que piensa sin miedo, quiero cambiar el statu quo de lo que estamos viviendo si corriente, sin pan, sin comida y sin decir nada. Algo hay que empezar cambiando.

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