top of page

Los “quince”: más que fiesta, angustia alimentaria

23 de enero de 2024

E

E

l paso de la niñez a la adultez es un acontecimiento importante 

para diversas cultas, siendo celebrado de diferentes maneras y no siempre a la misma edad. Sin embargo, a pesar de las diferencias, todas implican un ritual. Así, por ejemplo, en la cultura judía se festeja el bar o bat mitzvá entre los 12 y 13 años, según sea varón o hembra; los japoneses tienen el milenario Seijin-no-Hi, en el cual participan, durante el mes de enero, quienes han llegado a los 20 años de edad; dentro de los musulmanes se puede ver el Khatam al Korán, cuando, a partir de los 11 años, las chicas demuestran su madurez en la mezquita de la localidad; mientras en Hispanoamérica se festeja la llegada a los 15 años.

Muchas son las hipótesis del origen de la celebración de los 15 años. Algunos investigadores la sitúan como un rito en los imperios maya y azteca; otros, afirman que se deriva de los cotillones europeos. Más allá de los análisis sociológicos, feministas o antropológicos que pudieran derivarse del estudio de estas fiestas, lo cierto es que, sin importar de dónde o cómo llegó a nosotros, ha mantenido a lo largo del tiempo su función primigenia: introducir a las jóvenes, como adultas, a la sociedad.

Así, en Cuba, tener una hija significa para los padres comenzar en algún momento una cuenta de ahorros para financiar la fiesta de quince. Por lo general, la celebración incluye una sesión fotográfica, ropa nueva, una actividad con música, baile y comida, y/o un viaje o salida a algún lugar. Las muchachas y sus familias suelen competir, entre su círculo de personas allegadas, por cuál de ellas tuvo la ropa más bonita, el cake más grande, las mejores fotos o visitó el lugar más caro. Esto, por tanto, se convierte en una pesadilla para la mayor parte de los padres.

Más allá de las fotos, la ropa y las salidas, el tema de la alimentación y la bebida en las fiestas de quince se vuelve cada vez más complicado. Entre familiares, amigos, vecinos y compañeros de estudio, los invitados, como mínimo, suman unas treinta personas. Así, como en todo cumpleaños, el buffet que se organice debe alcanzar para todos; por tanto, ya sea comprado a un proveedor externo —generalmente por previo encargo y a veces con un por ciento anticipado del pago total— o elaborado en la casa, incluirá al menos una croqueta, una cucharada de ensalada fría, un pan con algo, un dulce fino y una cuña de cake. Sin embargo, por más sencillo que parezca, los costos son bastante altos.

En Facebook pueden encontrarse variadas ofertas, cuyos precios dependen del menú y/o la cantidad de personas. Por ejemplo, entre lo más barato que pudimos encontrar, una usuaria promocionaba en el grupo Buffets en La Habana un plato con dos pancitos de bocadito, dos croquetas de buffet, una tartaleta de coco o de guayaba según la disponibilidad, un capacillo con ensalada y un cubierto por 300 CUP; mientras que la Casa Buffet Blacknight ofrecía por la misma cantidad de dinero un dulce fino, un pancito o galleta con pasta, dos croquetas, una bolita de queso y una porción de ensalada fría. Esto significa que, para 30 invitados, el costo sería de 9 000 CUP.

A esa suma de dinero hay que adicionarle el precio del cake, indispensable en las celebraciones de este tipo. En la misma publicación, los precios de cakes de quince más baratos promedian sobre los 10 000 CUP; aunque igualmente suelen variar según el tamaño y la decoración.

Luego están las bebidas: refresco, cerveza y tragos alcohólicos. Con el traslado de estos líquidos a las tiendas MLC, solo en encuentran en esta moneda o en pesos cubanos en las mipymes o en la bolsa negra. Con un precio promedio de 3 600 CUP por caja de refresco o cerveza y de 850 CUP por botella de ron, el costo de las bebidas para treinta invitados ascendería a 8 900 CUP.

Aquí ni siquiera vamos a considerar las familias con mayores ingresos, familiares en el extranjero o con posibilidad de costear paquetes más caros o con pagos en el exterior, que pueden doblar o triplicar los precios vistos hasta ahora. Por ejemplo, el paquete más económico que tiene bodasencubafiestas.com, para veinte invitados, comienza a partir de los 300 USD, si bien incluye, además del buffet, la decoración, un libro de fotos, un video y un cake. Por otra parte, mallhabana.com promociona una oferta de buffet en 105 USD para quince comensales por un plato desechable con una media noche, dos bolitas de carne, dos croquetas de carne, una porción de ensalada fría, un rollito de jamón, queso y aceitunas, y un dulce fino.

Así, apelando a los precios y sitios más módicos, entre el buffet, el cake y los líquidos se llega a 27 900 CUP. Si se tiene en cuenta la tasa de cambio informal reflejada por El Toque de 275 CUP por 1 USD, los comestibles y bebidas costarían unos 100 USD.

Esta cifra pudiera parecer baja para muchos, teniendo en cuenta la inflación actual por la que atraviesa la Isla. Sin embargo, si se analiza con detenimiento, representa el salario medio de siete meses de un trabajador estatal; quienes siguen siendo mayoría en el mercado laboral.

Pero el dilema de la alimentación no se limita únicamente a la fiesta. Tanto para las fotos como para la recepción, las muchachas quieren lucir su cuerpo y su piel a la perfección. En esa edad, los brotes de acné, por ejemplo, pueden será algo común. Si bien en muchas ocasiones pueden estar provocados por los cambios hormonales propios de esa etapa, la dieta que consumen también puede ser un factor de considerable influencia.

Lo mismo sucede con el peso corporal, ya sea por exceso o por defecto. Incluso, debido a una inadecuada y deficiente alimentación, puede observarse cada vez más en las adolescentes las consecuencias de los cambios bruscos de peso, como pueden ser las marcas provocadas por las estrías. La carencia de alimentos ricos en zinc y vitamina C puede ser una de las causas para su aparición.

Por tanto, muchas adolescentes exigen a sus padres en ese año que le proporcionen una dieta acorde a sus necesidades nutricionales y estéticas. Tratan de comer menos pan, menos alimentos con grasas, menos carbohidratos de manera general, e incrementar la ingesta de frutas y verduras.

Lamentablemente, tanto el buffet para la fiesta como la dieta de las adolescentes se convierten en un problema económico en Cuba.

Con la implementación del reordenamiento monetario en 2021, los ahorros en dinero cubano se fueron devaluando a medida que aumentaba el precio de las divisas en el mercado cambiario informal, al punto de presentar en el último año una depreciación de 69%. A esto se debe añadir el aumento de los precios tanto en la bolsa negra como en el mercado formal; así como la inflación.

Según los datos registrados por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), 2023 cerró con una inflación interanual de 31,4% y 36,36% en el índice de precios al consumidor (IPC) de los alimentos y bebidas no alcohólicas. Sin embargo, las cifras de la ONEI no registran los elevados precios de los productos en el mercado informal, que responden en parte a la dolarización de la economía y a la escasez de todo tipo en la Isla. Por tanto, 2024 ha comenzado con un salario mínimo mensual de 8 dólares, muy por debajo de la línea internacional de pobreza, que el Banco Mundial sitúa en un ingreso diario menor a 2 USD. De hecho, según un reporte del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, 88% de la población cubana vive por debajo de esta línea.

De esta manera, en el mejor de los casos, una familia biparental, con salarios medios y un solo hijo (en este caso hija) en edad escolar, que no genera ingresos, se las verá negra para poder costear la fiesta de quince. El ingreso salarial de 8 000 CUP reunido entre ambos padres no es muy difícil de desglosar. Con cada vez menos productos comprados mediante la libreta de abastecimiento y la crisis alimentaria que atraviesa al país, los alimentos básicos en Cuba, como pueden ser el arroz, los frijoles y el huevo se han encarecido notablemente. En el presente mes de enero, por ejemplo, solo han vendido cinco huevos por persona en las bodegas. Esto significa que, para comer un huevo diario, esta familia de tres integrantes deberá comprar dos cartones, que les costarán, mínimo, 2 500 CUP cada uno. A esto se suman las más de cuatro libras de arroz necesarias para completar el mes, lo que añade cerca de otros 1 000 pesos per cápita en gastos para este cereal.

Así, tan solo en estos dos productos, ya copan todo el ingreso salarial del mes de la familia (5 000 CUP en huevos + 3 000 CUP en arroz). Esto, sin contar otros productos como el pollo, el aceite, las frutas y los vegetales; ni tener en cuenta los gastos corrientes de agua, electricidad, gas y transporte —servicios todos a los cuales el Estado incrementó este año sus tarifas correspondientes.

Como se desprende de estos cálculos básicos, para costear, por ejemplo, una libra de tomates, alimento rico en vitamina C, que ha llegado a alcanzar hasta los 600 CUP; o una libra de carne roja, rica en zinc, a unos 500 CUP, es necesario hacer malabares. ¿De qué modo, entonces, se puede desviar dinero del presupuesto familiar para pagar los 100 USD para la comida y bebida de una muy módica fiesta de quince?

Sin ir más allá, la crisis económica y alimentaria que sufre la Isla no solo afecta la salud física y mental de las familias con hijas quinceañeras; sino también, poco o poco, terminará por modificar las tradiciones culturales del país, como la celebración de las fiestas de quince.

bottom of page