La viga en el ojo propio: reelección de Cuba en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU
12 de octubre de 2023
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l pasado 10 de octubre Cuba fue reelegida para formar
parte del Consejo de Derechos Humanos, compuesto por 47 Estados miembro de la ONU, distribuidos de manera equitativa por región y en el que América Latina cuenta con 8 sillas. En las pasadas elecciones, se eligieron Estados para reemplazar tres vacantes. Con 146 de 193 votos posibles, los oficiales del régimen celebraron haber sido el país más votado de la región.
Esta situación generó descontento entre organismos y activistas de la oposición. Human Rights Watch (HRW), en una rueda de prensa el 5 de octubre, declaró que Burundi, Cuba, China y Rusia no deberían presentarse a las elecciones al Consejo de Derecho Humanos, dado que no cumplen “los criterios para formar parte de este organismo”. En cuanto a China y Rusia, HRW alude a “graves violaciones de derechos humanos”, así como “crímenes de lesa humanidad”. Con relación a Burundi y Cuba, la organización indica que estos “países han cometido violaciones sistemáticas de derechos humanos, incluyendo acoso, detenciones arbitrarias y torturas contra disidentes y críticos”. Y es que la perpetuación de países violadores de derechos humanos, sean políticos, económicos, sociales, culturales o ambientales, erosiona la legitimidad de este tipo de organizaciones.
De los cuatro Estados, el único que no alcanzó a pasar fue Rusia, que buscaba reemplazar a Ucrania. China logró pasar con 154 votos, obteniendo la última vacante de su región. Lo mismo con Burundi. Cuba superó en votación a Brasil y a República Dominicana, los otros Estados que lograron ocupar las vacantes para América Latina. Estos países reemplazarán a México y a Bolivia, que terminan sus mandatos en diciembre de 2023.
Cuba ha sido miembro del Consejo de Derechos Humanos desde su fundación, en 2006, cinco veces (2006-2009, 2010-2012, 2014-2016, 2017-2019, 2021-2023, 2024-2026). Siempre que ha estado en este órgano, ha sido reelegido para el período inmediatamente posterior. En los diecisiete años de su existencia, solo ha estado fuera cuatro años. De no ser por el mecanismo que impide la reelección inmediata por dos períodos consecutivos, podría ser un “miembro permanente” de este Consejo. En la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, órgano predecesor del Consejo, Cuba había sido miembro desde 1976 hasta 1984 y de 1989 a 2006.
La Antigua Comisión de Derechos Humanos era escogida por el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC), del cual Cuba ha sido miembro en 29 ocasiones. Antes de la Revolución, había integrado este órgano en 1946-1947 y en 1952-1954. Luego, regresa en 1976, primer año en el que ingresa a la Comisión de Derechos Humanos. Cuba deja esta organización en 1978 y vuelve a participar de manera virtualmente ininterrumpida desde 1998 hasta 2008; si bien no perteneció en 1991, 1992 y 1996. Su último período aquí fue el de 2012-2014. Desde entonces, no ha vuelto a estar en este órgano, aunque pudiera volver para 2026, cuyas elecciones parciales están pendientes.
En el frente internacional, es importante tener en cuenta la participación de este país en los órganos relacionados con los derechos humanos en general. A pesar de las denuncias de violaciones de derechos humanos, que no son nuevas, Cuba solo ha recibido 6 visitas de los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos, de 24 solicitudes que se han realizado sobre diferentes situaciones que incluyen temas relacionados con la extrema pobreza, la trata de personas, la violencia contra las mujeres, la libertad de religión, los derechos culturales, la detención, la alimentación. De las visitas, 3 han sido solicitadas con un Experto Independiente (IE) y la otra mitad con grupos de trabajo (WG). Las demás se han solicitado con Relatores Especiales (SR).
La reelección de Cuba, como se mencionó al inicio, ha sido condenada por otros grupos de activistas y ONG. DemoAmlat condenó en su cuenta de X (anteriormente Twitter) esta reelección, puesto que “criminaliza la disidencia y persigue sistemáticamente a los defensores de derechos humanos”. El portal de noticias 14yMedio indicó que la activista Carolina Barrero, exiliada de Cuba por sus posturas contra el régimen, declaró que la eventual reelección de Cuba en el Consejo de Derechos Humanos “será con el apoyo de Estados cómplices”. A esta voz se unen las de Félix Llerena, Michael Lima Cuadra, Bittar Barbara, la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, entre otros. Diario de Cuba hace un recuento de otras organizaciones y activistas que se suman a las voces de protesta frente a la reciente reelección.
Mientras tanto, las voces oficialistas y los simpatizantes del régimen celebran este evento. Como un triunfo y con la defensa del supuesto avance en derechos económicos y sociales, hacen un llamado a la participación de este Estado en renglones como la salud, alimentación y educación, a pesar de haber tenido, en el pasado reciente, solicitudes de visita relacionadas con estas temáticas. Asimismo, insisten en la retórica del bloqueo, a pesar de que, por ejemplo, el Banco de Importaciones y Exportaciones de los Estados Unidos (EXIM) ha otorgado un crédito destinado a aliviar la grave situación de inseguridad energética que atraviesa la Isla.
Los cálculos de los organismos oficiales indican que en el país hay un déficit de 973 MW de los aproximadamente 12 263 MW que se consumen a diario. Esto se traduce en cortes de corriente en las horas pico y cortes prolongados de electricidad en algunas de las regiones del país, lo que, a su vez, afecta los procesos de preservación y preparación de alimentos. Por su parte, Food Monitor Program realizó un estudio sobre la inseguridad hídrica, muy vinculada a la inseguridad energética. En muchos casos, el suministro de agua depende del uso de bombas eléctricas para poder obtenerla, así como la necesidad de hervirla debido a la poca disponibilidad de agua potable.
La realidad es que el régimen cubano no cuenta con las condiciones para pertenecer a tan importante instancia internacional. Del mismo modo, el hecho que cerca de 70% de los 193 Estados miembros de la Asamblea General hayan votado por la reelección de Cuba para el Consejo de Derechos Humanos demuestra que la eficacia de la política exterior cubana, desde por lo menos 1976, ha dado frutos y le ha permitido hacerse con la benevolencia de muchos de los miembros de la comunidad internacional. Si se quiere cambiar la situación actual de la Isla, habrá que empezar por reconfigurar una narrativa que se acerque, de manera objetiva, a la realidad.