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La importancia de lo visible

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07 de mayo de 2024

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n un mundo donde las crisis políticas y sociales parecen 

parecen multiplicarse cada día, es fácil que sean relegados los problemas que no ocupan el centro de la atención global. La rapidez con que cambia la agenda mundial puede hacer que situaciones urgentes, como la crisis estructural que vive Cuba, pasen desapercibidas para el resto del mundo, incluso para nuestro propio continente. Condición que se ve agravada por el hecho de los espacios y el posicionamiento de su narrativa oficial que el régimen cubano históricamente ha logrado ganar, presentándose como un ejemplo de avances sociales.

 

La crisis en Cuba es real y devastadora. La falta de acceso a alimentos, medicinas y derechos básicos es una realidad que afecta profundamente a la población en general en el país. Sin embargo, a menudo esta crisis no es visible más allá de las fronteras de la Isla, mucho menos en la agenda global.

 

Por ello, los recientes pronunciamientos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) adquieren un valor incalculable en este contexto. Aunque nuestras expectativas deben ser realistas respecto a lo que estos mecanismos pueden lograr, es importante reconocer que Cuba ni siquiera responde a sus llamados de atención. Además, las herramientas para un impacto directo sobre estas situaciones son limitadas, sobre todo debido a los principios de soberanía y la no intervención. Sin embargo, es un gran paso hacia posibles soluciones que la crisis alimentaria en Cuba haya comenzado a figurar en la agenda regional.

 

Por lo anterior, vale la pena mencionar que, el pasado 29 de abril, la CIDH, junto con la Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA), expresaron su preocupación por el agravamiento de la inseguridad alimentaria en Cuba y las interrupciones prolongadas del suministro eléctrico. Ambas organizaciones señalaron que esta situación afecta desproporcionadamente a ciertos grupos de personas, como las mayores de 60 años, mujeres embarazadas, niños, adolescentes, y aquellas con enfermedades crónicas, lo cual genera graves impactos en sus condiciones de vida.

 

Basadas en el trabajo realizado por Food Monitor Program, se resalta que la mayoría de las provincias cubanas enfrentaron un bajo nivel de seguridad alimentaria. Esta situación se debe a un contexto de bajo crecimiento económico, alta inflación, reducción de la producción y venta de alimentos, problemas de infraestructura; todo ello agravado por las recientes medidas económicas adoptadas por el Gobierno, como el aumento de precios de combustibles.

 

Este comunicado se produce por preocupaciones plasmadas en días anteriores, presentadas en el VII Informe anual de la Relatoría Especial sobre Derecho Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales, en cabeza del relator Javier Palummo Lantes; y en el Informe anual 2023 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

 

Como parte de las principales preocupaciones señaladas por la CIDH, se encuentran las preocupantes condiciones de detención en las cárceles de Cuba debido al hacinamiento, malas condiciones edilicias, alimentación inadecuada, falta de suministro de agua y medicamentos, así como ausencia de atención médica, con informes que indican maltratos y torturas, incluyendo la privación de alimentos y atención médica. Las protestas en el país han aumentado, con 44,2% relacionadas con reclamos por derechos económicos y sociales, destacando la crisis de servicios públicos, inseguridad alimentaria, precariedad del sistema de salud y problemas de vivienda.

 

Se resalta, asimismo, que la escasez de alimentos persiste; según 94,24% de los entrevistados reportan, faltan productos básicos y muchos recurren al mercado paralelo. Esta situación ha contribuido al aumento de la migración debido a la crisis económica, escasez de alimentos y medicamentos, y represión estatal de las manifestaciones. También preocupa la situación de pobreza y acceso precario a la alimentación y cuidados de las personas mayores, al igual que la privación de beneficios penitenciarios por motivaciones políticas.

 

Ante este escenario, la CIDH y la REDESCA hacen un llamado al Estado cubano a adoptar medidas concretas para garantizar el acceso de su población a una alimentación adecuada y a servicios públicos indispensables. Asimismo, instan a la comunidad internacional a cooperar en el acceso a alimentos, medicamentos y productos básicos en Cuba.

 

Es importante recordar una vez más que la situación en Cuba es una invitación a no permitir que los problemas se diluyan en la agenda actualidad, teniendo siempre presente la importancia de lo visible.

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