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La felicidad como un derecho humano

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17 de marzo de 2023

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esde el año 2012, cada 20 de marzo se celebre el Día 

Internacional de la Felicidad. Esta fecha fue designada por las Naciones Unidas para reconocer la importancia de la felicidad y el bienestar como metas universales de la humanidad. Una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de la felicidad en nuestras vidas y en la sociedad en general, pero ¿qué es la felicidad y por qué es tan importante?

 

La iniciativa para establecer el Día Internacional de la Felicidad surgió de Bután, un pequeño país ubicado en el Himalaya, que ha sido pionero en la promoción del concepto de Felicidad Nacional Bruta (FNB) en lugar del Producto Interno Bruto (PIB) como medida del bienestar del país. Es conocido por su filosofía de "Felicidad Nacional Bruta", que se supone prioriza el bienestar y la felicidad de su población por encima del crecimiento económico y material. Hecho que resulta paradójico, si se tiene en cuenta que actualmente es objeto de serios cuestionamientos por mantener por décadas a decenas de presos políticos.

 

En 2011, Bután propuso a las Naciones Unidas que se estableciera un día para celebrar la felicidad como un objetivo fundamental de la humanidad y la organización aprobó la resolución el 28 de junio de 2012. Desde entonces, el Día Internacional de la Felicidad se ha celebrado en todo el mundo como una oportunidad para reconocer la importancia de la felicidad en nuestras vidas y para promover medidas que fomenten el bienestar y la calidad de vida para todos.

 

Si bien podría considerar que la felicidad es un concepto complejo y subjetivo que puede variar de una persona a otra. En términos generales, la felicidad se refiere a un estado de bienestar emocional y mental en el que una persona experimenta emociones positivas como la alegría y la satisfacción.

 

Pero, ¿por qué es importante la felicidad? Estudios demuestran que las personas más felices suelen tener una mejor salud física y mental, relaciones más satisfactorias y productivas, y una mayor capacidad para enfrentar el estrés y la adversidad. Además, la felicidad también puede tener beneficios en la sociedad en general, como un mayor sentido de comunidad, una mayor productividad económica y un mayor desarrollo.

 

Sin embargo, a pesar de la importancia de la felicidad, los datos muestran que muchas personas en todo el mundo aún luchan por encontrar la felicidad en sus vidas. Según el Informe Mundial de la Felicidad 2021, realizado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU, la pandemia de COVID-19 tuvo un impacto significativo en la felicidad de las personas en todo el mundo.

 

La pandemia ha sido un factor importante en esta disminución de la felicidad. Las personas que han perdido seres queridos, han perdido sus trabajos o han sufrido enfermedades, han experimentado niveles más bajos de felicidad en el último año. Además, el aislamiento social y la incertidumbre económica también han sido factores importantes en la disminución de la felicidad.

 

En general, el informe encontró que la felicidad promedio en todo el mundo había disminuido en los últimos años. Se señala que los países más felices, de acuerdo con la medición 2019 – 2022, son Finlandia, Dinamarca e Islandia, mientras que los países menos felices son Zimbabwe, Líbano y Afganistán.

 

Este Índice Mundial de la Felicidad (World Happiness Report, en inglés) es un informe anual que mide la felicidad de los habitantes de diferentes países del mundo. Este índice es elaborado por expertos de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y se publica desde el año 2012.

 

El índice se basa en datos recopilados a través de encuestas realizadas en los países participantes, que miden diversos factores que se consideran importantes para la felicidad de las personas. Estos factores incluyen, entre otros, el nivel de ingresos, la calidad de las relaciones personales, la salud, la seguridad, la libertad y la corrupción.

 

El informe clasifica los países según su puntaje en el índice, donde los países con mayor puntuación son considerados los más felices del mundo. Además de la clasificación general, el informe también proporciona información detallada sobre los factores que contribuyen a la felicidad en cada país, así como recomendaciones para mejorar el bienestar y la felicidad de la población.

 

El Índice Mundial de la Felicidad (World Happiness Report) no mide directamente el respeto a los derechos humanos en los diferentes países, sino que se enfoca en factores relacionados con la felicidad de las personas, como la calidad de vida, el bienestar psicológico, la percepción de seguridad, la libertad personal y la cohesión social.

 

Pero hay una estrecha relación entre el índice de felicidad y el respeto a los derechos humanos. Por ejemplo, los países que más respetan los derechos humanos suelen tener una mayor puntuación en el índice de felicidad, ya que esto permite a las personas vivir en un ambiente de seguridad, libertad y justicia. Además, las naciones que han logrado erradicar la pobreza extrema y la desigualdad, así como garantizar el acceso a servicios básicos como educación y salud, suelen tener mayores niveles de felicidad para su población.

 

La felicidad puede ser considerada un derecho humano en tanto es una necesidad básica y universal que todos los seres humanos comparten. El derecho a la felicidad está reconocido de forma tácita en algunos documentos internacionales, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que establece en su artículo 3 que "todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona" y en su artículo 22 se reconoce "el derecho a la seguridad social, a la realización del más alto nivel posible de salud, al descanso y al disfrute del tiempo libre, a un nivel de vida adecuado y a la educación".

 

Además, el derecho a la felicidad también se vincula con otros derechos humanos, como el derecho a la salud, a la educación, al trabajo, la alimentación y a la igualdad de oportunidades. Cuando estos derechos son respetados y garantizados, se crea un entorno propicio para el bienestar y la felicidad de las personas.

 

Es importante destacar que el derecho a la felicidad no significa que el Estado deba garantizar la felicidad de todas las personas, ya que la felicidad es un estado subjetivo y personal que cada individuo experimenta de manera diferente. Sin embargo, el Estado sí tiene la responsabilidad de crear las condiciones para que las personas puedan buscar y alcanzar la felicidad, eliminando obstáculos y brindando oportunidades para el desarrollo personal y el bienestar general de la sociedad.

 

La felicidad debería ser un objetivo supremo de los Estados, pero más allá de las falsas mediciones de un país como Bután, o con eufemismos institucionales como el Ministerio para la Suprema Felicidad del Pueblo de Venezuela, sino con el objetivo constatable y real de hacer mucho más agradable la vida de la ciudadanía.

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