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El mango nuestro de cada día

20 de agosto de 2024

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n el contexto de la crisis alimentaria que se vive en el país, 

algunos productos que, por razones diversas se encuentran disponibles en una cuantía considerable, llegan a convertirse en “salvavidas” de las familias; las cuales, sin tomar en cuenta gustos y preferencias, deben valerse de estos para su alimentación a falta de otras opciones. Ese es el caso del mango.

Cosechado en los meses de primavera y verano, el mango llega a ser muy abundante en el mercado negro. Sin embargo, aunque se encuentra ahora mismo en cada esquina de la ciudad, no tiene un precio que puedan pagar todos los cubanos y raras veces es vendido en los puestos del Estado.

Según el testimonio detallado de un trabajador de la empresa estatal Frutales —que actualmente se dedica al comercio ilegal de mangos a domicilio— sobre el funcionamiento del mercado de esta fruta en su zona de residencia, “no hay camiones para transportar el mango ni tractores para meterse dentro del mangal a recogerlos. Eso está lleno de aroma.[1] En los caminos hay un fanguero grandísimo y las carretas se traban en el fango”.

Cuando se le pregunta por qué no hay medios de transporte, responde:

¿Por qué va a ser? Porque no hay gomas [neumáticos], no hay piezas, no hay na’. Ni choferes quedan ya, todo el mundo se ha ido para el carajo... Lo que queda en la empresa solo alcanza para el suministro obligatorio de los contratos. Se le vende a turismo, a educación y a Frutas Selectas, lo que va para los hoteles  es el High y el Súper High.[2] Hay una parte para exportación, pero eso lo maneja otra empresa; es la parte que está cercada ahí detrás del río, que lo tienen limpiecito. Ellos sí tienen divisas y pueden importar gomas y otras cosas. Tienen dos tractores nuevos o casi nuevos y con eso es que trabajan. Nosotros no tenemos na’.

Sobre la venta de mango por parte de los trabajadores, aclara:

Todo el mundo sabe lo que se está haciendo. Nadie se mete en eso. Nosotros no vendemos en la calle, vamos hasta la casa. Tú coges uno, dos, tres o cuatro sacos, los montas en un coche[3] y se los llevas hasta la casa a la gente.

En la empresa todo el mundo hace lo mismo, todo el mundo tiene que vivir. ¿Qué tú haces con 2 500 pesos al mes? Na’. Entonces, te metes a vender el mango por cantidad y te deja algo para comer, porque la vida está muy cara… Ahí se sabe quiénes sí se están llevando camiones enteros para La Habana, pero son “de arriba” y de eso no puedes hablar porque ellos saben de lo que uno vive y te dejan, mientras no te metas en otras cosas. Si no dejan esto, uno se va y ellos se quedan ahí sin trabajadores, como ha pasado antes. Esto es para vivir; no para hacerse rico.

En cuanto a la cantidad que vende al día y quiénes son los que más compran, apunta:

Depende, a veces uno o dos sacos, a veces hasta 20 sacos si te hacen un encargo grande. La gente normal compra medio saco o unos cuantos mangos porque yo lo tengo a buen precio, porque nada más me cuesta el transporte hasta aquí. Yo lo puedo dar a 20 pesos y hasta a 10 cuando ya me quedan pocos en el día; la gente en la calle los vende a 30, a 40 y a 50. También se lo vendo a los revendedores por cantidad. Ahí el saco sale a 400 o 300 pesos si hay mango aplastado o verde. Los restaurantes y la gente que hace pulpa para jugo compran cantidad, uno o dos sacos semanales.

Según su estimación, los mangos cosechados que llegan realmente al pueblo por la vía oficial dispuesta para eso son pocos:

Ayer sacaron dos camiones que pidió el gobierno y se llevaron para algunas placitas a venderlos, verdes y pintones todavía. Se saca, pero muy poco, no todo lo que se debería.

Además, se pudre mucho mango en el piso. Detrás de la bomba, ahí en la palma, tiraron cuatro carretas de mango podrido, mango bueno, porque se cayó con la lluvia y no había quien se lo llevara. Tampoco dejan al particular que se lo lleve. La gente lo cogió para sancocho, ya podrido, y se lo llevaba en carretillas la semana pasada, después de esas lluvias que hubo.

El mango obtenido en cantidad por esta vía se debe pelar y guardar limpio en el congelador o hervir y procesar en forma de pulpa. Así, se puede emplear para desayunos, meriendas y refrigerios.

La ineficiencia del Estado para cosechar y distribuir sus propios productos es proverbial; pero no por eso deja de ser alarmante. Parte de las tierras donde se ubica el Plan Mango, como se le conoce, fueron expropiadas por la llamada Revolución a dueños privados; sin embargo, más de seis décadas después yacen abandonadas y mal administradas, alimentando una gran cadena de corrupción estatal sin beneficiar directamente al pueblo.

Este es un ejemplo muy ilustrativo del fracaso de las políticas agrarias colectivistas.

 

[1] Planta espinosa similar al marabú. En el lenguaje coloquial local se suele confundir entre sí.

[2] Variedades de mangos grandes y dulces, por lo que son altamente demandados.

[3] Carretón con dos ejes, de tracción animal.

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