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Cuba y la justificación de la opresión

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11 de mayo de 2023

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a reciente visita de la Relatora Especial de las Naciones Unidas 

sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales de la ONU, Alena Douhan, a Cuba ha generado una intensa controversia. El presidente cubano, Díaz-Canel, calificó la visita de "académica", ya que la Relatora fue invitada por la Universidad de La Habana. Aunque no se trata de una visita solicitada por el mecanismos, muchas personas han criticado lo que parece ser una postura complaciente de las Organizaciones Internacionales con el régimen.

 

Por su parte, el régimen cubano ha respondido a estas críticas con una actitud burlona, argumentando que esta visita es su respuesta a las recomendaciones que ha recibido desde 2013 en el Examen Periódico Universal, en donde le solicitan cooperar con los procedimientos especiales. Sin embargo, es importante recordar que muchas de las peticiones de visita hechas por diferentes Relatorías del Sistema Universal han sido rechazadas por el gobierno cubano.

 

Más allá de la controversia generada por esta invitación, las palabras de la Relatora han causado indignación. Particularmente al condenar enérgicamente las sanciones internacionales y responsabilizar a estas medidas por las pésimas condiciones de vida de la población cubana y la falta de garantías en materia de Derechos Humanos. Para ser honesta, no esperaría otra posición.

¿Qué es la Relatoría Especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos?

 

Para comprender mejor los pronunciamientos recientes en relación a las medidas coercitivas unilaterales, es importante conocer la función de la Relatoría Especial sobre las repercusiones negativas de estas medidas.

 

Esta Relatoría Especial fue creada en el año 2014, como parte de la Resolución 27/21 del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. La resolución, aprobada con 31 votos a favor, 14 en contra y 2 abstenciones, afirmaba que las medidas coercitivas unilaterales son contrarias al derecho internacional y a las normas que regulan las relaciones pacíficas entre los Estados.

 

El objetivo principal de la Relatoría Especial es recopilar información relevante sobre las repercusiones negativas de estas medidas y elaborar directrices para prevenir, reducir y reparar su impacto en los derechos humanos. Esta labor es llevada a cabo por una persona experta independiente en derechos humanos nombrada para este mandato en particular.

 

Desde su creación, la Relatoría Especial ha tenido dos relatores especiales. El primero fue Idriss Jazairy, de Argelia, quien ocupó el cargo desde 2014 hasta 2018. Actualmente, la relatora especial es Alena Douhan, de Bielorrusia, quien fue nombrada en marzo de 2020 y sigue en el cargo en la actualidad. Es importante destacar que estos expertos independientes en derechos humanos no son personal de Naciones Unidas y no reciben remuneración por parte de la organización.

 

Sobre algo que quisiera llamar particularmente la atención y que tiene una relación directa con esta invitación, es que actualmente la Relatoría está desarrollando una plataforma de investigación, a modo de repositorio, para artículos dedicados a las Medidas Coercitivas Unilaterales y su efecto sobre los Derechos Humanos. 

 

La plataforma pretende albergar artículos e informes de académicos, de Organizaciones No Gubernamentales y organismos de Naciones Unidas, con el objetivo de cubrir lo que considera son lagunas de información. Es por ello que en palabras de la misma Relatora, la relación con la academia es fundamental. La pregunta es, si esto incluye a toda la academia.

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¿Cuál es la posición de Naciones Unidas frente a las medidas coercitivas unilaterales?

 

En líneas anteriores menciono que no esperaba otra postura de la Relatora y es que la posición de las Naciones Unidas con respecto a las medidas coercitivas unilaterales ha sido crítica, expresando preocupación por los impactos negativos que estas medidas pueden tener en los derechos humanos y el bienestar de la población afectada. 

 

La Asamblea General de las Naciones Unidas ha adoptado varias resoluciones instando a los Estados a abstenerse de utilizar medidas coercitivas unilaterales, y ha llamado a la comunidad internacional a tomar medidas para reducir el impacto negativo de estas medidas en la población.

 

Según informes de la ONU, las medidas coercitivas unilaterales pueden afectar negativamente el acceso a la atención médica, la educación, los alimentos y otros bienes y servicios esenciales, limitando además el acceso a los mercados internacionales y la cooperación económica y financiera, lo que puede tener un impacto en el desarrollo económico de los países afectados.

 

Sin embargo, la creación de la Relatoría Especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales ha sido criticada por algunos Estados al señalarla como redundante, ya que existen otros organismos y mecanismos dentro de la ONU que ya están encargados de monitorear y evaluar las violaciones de los derechos humanos y las medidas coercitivas unilaterales. 

 

Además de señalar que, existe la posibilidad de que la Relatoría Especial pueda ser utilizada como una herramienta política para promover los intereses de ciertos países, lo que podría socavar su credibilidad y eficacia si no se actúa con imparcialidad y objetividad.

 

Precisamente, esto es lo que está ocurriendo. El régimen cubano se acercó a la Relatoría Especial ofreciendo una especie de visita guiada por el país para continuar con su narrativa en la comunidad internacional. 

 

Esta situación ha generado críticas al considerar que la Relatoría está siendo utilizada como una herramienta de propaganda en lugar de un mecanismo efectivo para proteger los derechos humanos y prevenir los efectos negativos de las medidas coercitivas unilaterales.

 

Es por esta razón, que se deben tener claras las expectativas sobre este tipo de mecanismos y conocer cuál es su mandato, entender que no representan una posición única del Sistema de Naciones Unidas y más importante aún que, se deben seguir uniendo esfuerzos para contrarrestar la realidad vendida por la oficialidad.

 

Debemos poner especial atención sobre la creación de la plataforma académica, siendo esta una forma que se utilizará para legitimar la posición oficial mediante una visión aparentemente científica y ecuánime. 

 

Es vital demostrar que las sanciones no traen como consecuencia la violación sistemática de los Derechos Humanos tales como la persecución políticas, la tortura, el uso de los alimentos como forma de control social, entre otras afectaciones a la dignidad humana.

 

Finalmente,  no sorprende que, pareciera que el principal interesado en mantener estas medidas coercitivas es el propio régimen cubano, ya que son la excusa perfecta para justificar su opresión.

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