Ante estas dificultades lo que queda es esperar a que se restablezca el servicio eléctrico y seguir con la rutina del día a día.
Lo más dificil fue ver cómo se me echaba a perder la comida
Leticia, 36 años de edad residente en Boyeros, La Habana, vive con su esposo y un menor de edad.
¿En qué proporción (de “muy importante” hasta “nada importante”) utiliza los siguientes recursos energéticos para la cocción y la potabilización del agua en el hogar: gas licuado (balita), el gas manufacturado (de la calle), electricidad, carbón?
De los mencionados utilizo el gas licuado y la electricidad. En mayor medida la electricidad, siempre y cuando la disponibilidad de energía eléctrica me lo permita. Normalmente cocino todo con electricidad, con la olla reina, la arrocera y la cocina de inducción. La cocina de inducción (de una sola hornilla) me la dieron en el 2017 cuando el programa energético donde te vendían un módulo de inducción por la libreta, entonces me dieron la cocina y algunos enseres. Y el gas lo tengo para cuando falla la energía eléctrica poder garantizar la alimentación.
¿Considera el gasto destinado a la energía eléctrica en su hogar asequible y estable?
Ahora mismo para mí es asequible, lo que no significa que en un contexto general sea así. Yo tengo una fuente de ingresos estable y aceptable, y puedo pagar el consumo eléctrico, que asciende a unos 2500 pesos al mes.
¿Se ha visto afectada la eficiencia de la cocción en su hogar por el uso mayoritario de gas o corriente eléctrica en horarios picos? ¿Cómo?
Sí, por supuesto que se me ha visto afectada la capacidad para cocinar. Principalmente porque trabajo todo el día, una jornada intensa, y a veces cuando llego a la casa no hay electricidad por lo tanto mi tiempo para preparar los alimentos se retrasa mucho. No tener electricidad también influye en el acceso agua porque vivo en un edificio múltiple con un motor de agua, si no hay electricidad no llega el agua a los departamentos.
Incluso de tener los recursos para preparar una cena improvisada y sencilla, al no haber electricidad en esa noche arrastro el problema para el día siguiente porque no alcanzo a preparar mi almuerzo para llevarme al trabajo, mi hijo no se puede llevar almuerzo para su escuela. Entonces comemos ese día lo que podamos. Incluso a veces te quitan la electricidad sin haber estado programado el corte, y te rompe toda la rutina al llegar porque aunque tengas gas, si no tienes agua es muy difícil. En fin, para una persona como yo que trabaja ocho horas es muy difícil garantizar la alimentación en el hogar bajo estas circunstancias.
¿Se ha visto afectada su capacidad para cocinar ante los cortes de electricidad programados durante el 2022? ¿Cómo?
He tenido problema en la cocción de los alimentos cuando dependo del gas licuado porque no dispongo de los utensilios para este tipo de cocina. Por ejemplo, paso mucho trabajo para hacer el arroz en el gas porque lo tengo que hacer en una cazuela, no dispongo de una olla de presión para eso. Entonces, los días en los que no dispongo de electricidad la comida sale…muy mala, o no sale como la solemos comer, porque he perdido la costumbre de adquirir cosas que me puedan servir para cocinar en el gas. En algún momento deberé invertir en esto porque las cazuelas que tengo son para inducción y aunque me sirven en el gas no son idóneas para la cocción del arroz por ejemplo.
¿Cómo ha afectado el paso del huracán Ian y la caída del sistema eléctrico nacional su capacidad para conservar los alimentos perecederos? ¿Se ha quedado, por ejemplo, sin alimentos o agua potable? De ser el caso, ¿por cuánto tiempo?
Donde yo vivo estuvimos 6 días sin electricidad. Eso implicó que las cosas que tenía en el refrigerador, que eran de rápido deterioro, todas las perdí. Perdí la comida que tenía para el perro, perdí puré de tomate, perro caliente, cosas elaboradas que tenía, mucha fruta. Al cuarto o quinto día el congelador estaba totalmente caliente y perdí todo lo que estaba allí. Perdí hasta unos mariscos que tenía, es decir perdí comida importante. Perdí toda la comida de mi mascota.
Las cosas más importantes las había trasladado al frízer, que no abrí nunca para evitar que se me descongelaran las cosas, ahí pude preservar la carne de cerdo y pollo. Preferí pasar los días con comida ligera, pan con tortilla, leche con chocolate. Estuve sin agua los 6 días, pero había almacenado agua en la cisterna del edificio, de muy mala calidad. Lo que hacía para beber agua era cargar el agua de casa de mis padres que viven cerca, y tienen acceso a un pozo que es más limpia.
Hubo un día en que sí no teníamos nada que comer, y bueno ese día tuvimos que salir a ver qué había en el lugar donde residimos, que es un municipio apartado, periférico. Encontramos unas pizzas de muy mala calidad, pero fue lo que comimos. Hubo un día y medio que nos vimos sin nada, que teníamos el refrigerador vacío sin nada, que teníamos el
refrigerador vacío y como no queríamos abrir el frízer para evitar que lo que estaba se echara a perder, porque era considerable. Comida en la que habíamos invertido para dos o tres meses porque aquí el tema del desabastecimiento es muy complicado y hay que comprar cuando aparece, y no queríamos arriesgar esa oportunidad para comer dos o tres días y que perdiéramos todo lo demás.
Hubo un día en que sí no teníamos nada que comer, y bueno ese día tuvimos que salir a ver qué había en el lugar donde residimos, que es un municipio apartado, periférico. Encontramos unas pizzas de muy mala calidad, pero fue lo que comimos.
¿Qué variantes y recursos alternativos ha utilizado ante estas dificultades?
Comer ligero, comprar comida elaborada, en eso soy privilegiada porque no es una opción para la mayoría de los cubanos por los precios, pero yo en este caso del huracán me lo pude permitir. Igual me fallaron las lámparas de emergencia, y utilicé velas, cuando se me acabaron las velas tuve que alumbrarme con unas mechas de algodón y aceite que se hacen.
Lo más difícil fue ver cómo se me echaba a perder comida. Otras incomodidades son manejables pero el asunto de la comida, de ver cómo tuve que botar comida…
Y también influye en la dinámica de la casa. La casa se ensucia, no puedes limpiar, no puedes lavar porque no tienes depósito de agua para garantizar todo. Eso fue lo más complejo, estar todos conviviendo en un espacio que no estaba limpio, cómodo, donde había calor, mosquito, esos días fueron muy difíciles de sobrellevar.
¿Conoció de alguna iniciativa en su comunidad para ayudar a las personas más vulnerables en estas condiciones?
Realmente no conocí ninguna iniciativa a nivel comunitario, realmente no estoy al tanto de ese tipo de actividad aquí.
¿Qué recursos o asistencias ha recibido por parte del gobierno local o nacional ante estas dificultades?
Apoyo directo ninguno. No somos una familia demasiado vulnerable, todos somos vulnerables ante estas situaciones pero no somos de los más necesitados, y entonces no me entero de cómo funcionan las cosas para ayudar a grupos o casos sociales. Ante estas dificultades lo que queda es esperar a que se restablezca el servicio eléctrico y seguir con la rutina del día a día.
¿Ha recibido alguna vez información sobre políticas de ahorro energético y recursos renovables? ¿Por qué medio?
La información que tengo al respecto la he recibido de medios oficiales, de la televisión, la radio y el periódico. Hay una campaña bastante fuerte que se ve a diario en los medios oficiales que hace énfasis en el ahorro energético, en evitar el consumo desmedido, en cuidar el consumo en horarios picos, en tener ese cuidado en el entorno familiar.
Y de energías renovables también tenía información sobre parques eólicos de nueva creación, pero como el discurso oficial siempre es positivo no te puedo decir realmente si ha funcionado o no, o que las noticias sean totalmente verídicas. Pero lo que he visto es una campaña de sensibilización para el ahorro energético en el hogar.
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